sábado, 26 de marzo de 2016

¿Habrá nuevas elecciones?


Quien haya leído mis textos anteriores conocerá de sobra la respuesta al título del post. No, no creo que se repitan las elecciones. Es más, me atrevería a decir que las posibilidades de que se repitan son apenas de un 5%. ¿La razón? Unas nuevas elecciones fragmentaría todavía más el voto y complicaría los pactos para formar gobierno.

Antes que nada, he de resaltar que solo estoy dando mi opinión, es decir, que no me baso en ningún dato ni encuesta. Si me basara en las encuestas diría que Ciudadanos lo petaría muy fuertemente, pero también decían lo mismo poco antes del 20D y todos sabemos el batacazo que se dio el señor Rivera. Por ello, no les doy ninguna credibilidad.


¿Qué pasaría si me equivoco?

Si se repitieran las elecciones es poco probable que el PP obtuviese más votos de los que ya obtuvo a finales de 2015. Lo más seguro es que perdiese algún escaño por los casos de corrupción que han ido saliendo a lo largo del presente año, en especial con lo que se ha destapado en Valencia. No creo que la pérdida de votos sea muy significativa (la fidelidad de sus votantes es histórica), detalle que aprovecharán a su favor para presionar a Ciudadanos y al PSOE, a los que sí les asusta esa posibilidad.

Con el PSOE ha pasado algo curioso. Su secretario general, Pedro Sánchez, decidió apostar por el todo o nada con su absurdo pacto con Ciudadanos para forzar la abstención de Podemos. Como todos sabemos, esa abstención no se produjo, lo que dejó a Sánchez en una situación de lo más precaria. Ahora mismo, el líder 'obrero' se encuentra con dos caminos a seguir, y su partido se le va a echar encima elija el que elija 

Ahora bien, ¿de verdad esperaba que Podemos le facilitase la investidura? Pablo Iglesias sabe que sus votantes huirían en estampida si cediera a los caprichos del líder 'socialista', así que ha adoptado la estrategia que menos desgaste le supone: mantener su coherencia argumental y esperar. Esperar, esa es la clave. Mientras el PSOE y Ciudadanos entran en pánico ante la posibilidad de unas nuevas elecciones, al PP y a Podemos no les quita el sueño que eso ocurra.

Ciudadanos ha sufrido la misma suerte que el autodenominado partido 'socialista'. La estrategia de Albert Rivera de vender su fidelidad al mejor postor no le está dando los resultados que esperaba. Lejos de 'petarlo muy fuertemente', el pasado 20D se dio una hostia monumental. Y ojo, obtener cuarenta escaños de una tacada es un éxito rotundo, pero sus elevadas expectativas convirtieron ese resultado en una derrota. Qué fastidiosa es a veces la subjetividad, ¿verdad?

En resumen, que Ciudadanos y el PSOE perderían un tercio de los escaños, el PP apenas lo notaría y Podemos recogería los votos perdidos por el partido de Sánchez. La incógnita está en los votos perdidos por el PP y Ciudadanos. ¿A dónde irían? En este caso, dudo mucho que se vuelvan a intercambiar como si fueran cromos. Mi hipótesis es que migrarían a partidos como VOX y UPyD.

¿Veremos a VOX en el parlamento o me he pasado de rosca con las suposiciones? Eso lo dejo a criterio del lector.


Imagen: vídeos de eldiario.es


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viernes, 18 de marzo de 2016

"Porque está ahí"



Estoy comenzando a cogerle alergia a los medios del establishment. No los soporto. Durante estas últimas semanas el rigor periodístico ha brillado por su ausencia y lo ha suplantado una descarada campaña de acoso y derribo contra Podemos. Algo de lo más curioso, porque Podemos es, que yo sepa, el único partido político que todavía no ha sufrido casos de corrupción. 

Y ojo, el hecho de que la formación morada esté limpia de corrupción lo considero algo temporal, ya que es inevitable que en el futuro surja algún ratero. Aun así, he querido recalcarlo porque me parece un detalle digno de mención.


¡Podemos se rompe!

Como no podía ser de otra forma, el pan de cada día es escuchar que la formación morada se rompe, que su secretario general tiene más cargos que Soraya Sáenz de Santamaría (según Cristina Pardo) y alguna que otra invención de carácter más sucio. Mientras tanto, nada se oye sobre el origen poco claro de la financiación de Ciudadanos o de los imputados que ya ha tenido en sus filas. Siempre me ha parecido curioso el trato favorable que recibe la formación de Albert Rivera por los medios de 'comunicación', y digo 'curioso' porque, a pesar de todo, no me sorprende.

Hay veces que me pregunto si ciertos políticos son cortos de entendederas o es una estrategia que utilizan para ver si sus mentiras cuelan. ¿Estarán probando el nivel intelectual de la sociedad española? Y en caso de ser así, ¿en qué lugar nos sitúa que nos sigan tratando como a disminuidos mentales? Esto es algo que llevo preguntándome desde hace algún tiempo, porque si esa forma de actuar les surte efecto es que estamos muy mal.


Pedro Sánchez bate un nuevo récord

Muchos critican que Mariano Rajoy no tenga memoria o que no haga uso de ella. Eso se debe a que no solo ha incumplido el programa con el que se presentó a las elecciones del 2011, sino que, cuatro años después, ¡sigue haciendo promesas que no va a cumplir! Ahora, Pedro Sánchez ha batido un nuevo récord: incumplir su programa antes de llegar a presidente. ¡Supera eso Mariano!

Debo admitir que el caso del secretario general del PSOE me tiene perplejo. Nunca había visto tanta jeta, falsedad y cinismo en un solo político. Aún no ha llegado a presidente y ya ha dejado a Rajoy a la altura del betún con unas acciones que podríamos calificar de 'esquizofrenia ideológica'. Visto lo visto, no me extraña que haya pactado con Albert Rivera: ambos son de lo que haga falta.

El problema de ser de lo que haga falta es que terminas con la credibilidad por los suelos. Un día dices una cosa y el siguiente exactamente la contraria. Las contradicciones son lo de menos, pues lo que importa es arrimarse al sol que más calienta y exponer tu mejor versión en el momento preciso. Si al final resulta que los principios expuestos no gustan al público, siempre podrás inventar otros. Así actúa Pedro Sánchez.

No importa que intentes explicarle que no sirve de nada investirle de presidente si va de la mano con un partido de derechas que no quiere cambiar nada. Eso le da igual, lo que quiere es llegar a presidente y que en los libros de texto de la escuela quede bien claro. El tiempo del mandato, las medidas o recortes que llevaría adelante o las razones por las que dejaría de ser presidente carecen de importancia.

Por todo lo anterior dicho, al ver al señor Sánchez en cualquier medio de comunicación no puedo evitar que me venga a la mente la mítica respuesta de George Leigh Mallory cuando le preguntaron por qué quería escalar el Everest. En este punto, creo que Sánchez respondería lo mismo si le preguntasen para qué quiere la presidencia del gobierno: "Porque está ahí". 

Más allá de eso, no tiene nada previsto.


Imagen de Wikimedia Commons


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sábado, 5 de marzo de 2016

No, Pedro Sánchez, Podemos no ha traicionado a sus votantes


En la sesión de investidura de ayer, un Pedro Sánchez molesto y contrariado empezó a echar balones fuera y culpar a Podemos de su precaria situación política. Como era de esperar, los resultados de la segunda votación no variaron mucho respecto de la anterior. Solo hubo un partido que cambió su voto y les dio el 'sí': Coalición Canaria (de derechas).

Ana Oramas, la portavoz de CC del grupo mixto, explicó su apoyo diciendo que "seguir sin gobierno es vieja política", un argumento muy cogido por los pelos, ya que cambiar a Mariano Rajoy por Pedro Sánchez no sirve de nada si sus políticas van a ser las mismas. En este punto, Oramas demostró su temor a una posible debacle si se celebran elecciones anticipadas. En resumen, que estamos ante un caso de pura supervivencia política.


El PSOE vuelve a cargar contra Podemos

No voy a comentar las anécdotas de la primera y la segunda investidura por parecerme algo superfluo, pero sí voy a detenerme en la burda estrategia de manipulación que está utilizando el partido de Sánchez contra Podemos. Una estrategia que insulta a la inteligencia de los más de cinco millones de votantes que han obtenido Podemos y sus confluencias. Señor Sánchez, a ver si se entera de una vez: no nos trate como a sus votantes. Nosotros tenemos espíritu crítico.

Para terminar de rizar el rizo, el secretario general del PSOE acabó diciendo que "Pablo Iglesias ha traicionado a los millones de votantes de Podemos que votaron cambio". Sí, ese es el nivel, y debo añadir que tiene hasta cierta gracia, porque no sé qué clase de cambio va a emprender yendo con Ciudadanos. 

De hecho, sus intentos por explicar el pacto con Ciudadanos son tan cutres que utilizan cualquier nimiedad para darse la razón. Un ejemplo de ello es la 'torpeza' del portavoz del PSOE al intentar hacernos creer que Manuela Carmena quiere que Podemos y sus confluencias pacten con ellos y con Ciudadanos. En este caso, si bien es cierto que las palabras de la alcaldesa de Madrid fueron confusas y tendían a malinterpretarse (yo mismo caí en la trampa), me parece insólito que casi toda la prensa nacional lo interpretase al revés.

Al final, solo nos queda tomarnos con humor estos ejercicios de cinismo e hipocresía. El señor Sánchez y sus acólitos no pueden explicar de forma razonada su pacto con Ciudadanos, así que nos vienen con el cuento de "o nosotros, o el caos". A falta de un razonamiento válido y coherente, nunca está de más un poco de alarmismo. ¿Quién ha traicionado entonces a sus votantes? Desde luego, Podemos no.


¿Cuál fue el mejor discurso?

Como último apunte, debo añadir que me quedo con el discurso de Alberto Garzón. Son apenas tres minutos, pero habló clarito y sin necesidad de recurrir a la broma o al cinismo.



Imagen: vídeo de eldiario.es