lunes, 31 de agosto de 2015

España SÍ fue rescatada


Haciendo acopio de obviedades, el lector sabrá igual que yo que repetir una mentira cien veces no la convierte en verdad. Tampoco importa que esa mentira la diga un alto cargo político o alguien de renombre. Una mentira es una mentira y punto. Lo único que hay que hacer para darse cuenta es evitar los actos de fe.

Ahora bien, esta lógica tan sencilla no parece valer para la política. ¡Qué va! En política lo que cuenta no es decir la verdad y hacer autocrítica cuando se falle en algo, sino contar mentiras de la forma más convincente posible y repetirlas hasta la saciedad para que vayan calando. Eso de que los ciudadanos ya no somos tan crédulos como antes lo dejamos para otro día (sí, todavía espero que el CIS se equivoque en sus predicciones).

El negacionismo del PP

Que a estas alturas el PP siga negando que España fue rescatada en el año 2012 me parece una broma de mal gusto y motivo sobrado de dimisión. Es lamentable que el actual gobierno niegue lo que publicó el Boletín Oficial del Estado (BOE) el 10 de diciembre de 2012. Ni siquiera debería estar permitido por eso de estar en periodo electoral. A continuación, os dejo parte de su introducción:
"El 25 de junio de 2012, el Gobierno español solicitó asistencia financiera externa en el contexto del proceso en curso de reestructuración y recapitalización de su sector bancario. La solicitud de ayuda se inscribe en los términos de la asistencia financiera para la recapitalización..."
Solo con leer este extracto nos topamos con que España no solo fue rescatada, sino que el propio gobierno lo pidió. Es decir, que están presumiendo de que evitaron el rescate cuando hicieron justamente lo contrario. No quiero utilizar la palabra cinismo, pero ese regusto que parecen tener cuando dicen tal embuste deja en evidencia su completa desconexión con la ciudadanía. En otras palabras, que les importa muy poco que les creas o no.

El choteo de la prensa extranjera 

La prensa extranjera tuvo claro desde el principio que lo de España fue un rescate y no le siguió el juego a Rajoy. El problema reside en que ese rescate no es el mismo que el de Grecia, Irlanda, Portugal y Chipre, ya que en España solo se rescataron a determinadas entidades bancarias y financieras. Debido a esto, la Comisión Europea dejó que el gobierno español negara la palabra rescate y dijese que lo suyo era un préstamo de ayuda a la banca. Fue, por así decirlo, un detalle que pretendía salvaguardar la dignidad del actual gobierno.

Diversos medios extranjeros encontraron hasta divertido que el presidente español mantuviera que no habían sido rescatados. Un claro ejemplo es la revista norteamericana 'Time', que bajo el título: "You say tomato, I say Bailout: How Spain agreed to Be Rescued" criticaba mordazmente la actitud triunfalista de Rajoy al vender el rescate como algo excepcional. 'Financial Times' señalaba: "Rajoy presenta la ayuda a España como una victoria", y 'The Guardian' también criticó a Rajoy por la misma cuestión.

Sabiendo esto cabe preguntarse en qué piensan cuando se ponen en ridículo negando lo innegable. Se acogen a pequeños matices para evitar nombrar la palabra maldita, pero resulta que ese dinero prestado a la banca cuenta como deuda pública. ¿No es eso un rescate? Al final va a ser verdad eso de que tendremos que llevar un cartelito colgado del cuello que diga: no somos gilipollas. Porque están convencidos. 

Imagen de Kai.

miércoles, 19 de agosto de 2015

El origen de la estelada

La estelada roja, promovida por el Partit Socialista
d'Alliberament Nacional
en los años 70
Sobre la independencia de Cataluña ya escribí en otro post. Es un tema que siempre está presente por el enconado odio que despierta en las dos partes. Un odio azuzado oportunamente por los políticos de turno que camuflan las privatizaciones, los recortes y su nulo proyecto social con el odio hacia España. El que os escribe no cree en ese invento llamado patriotismo, pero siempre he pensado que es importante conocer la simbología en la que se cree. ¿Qué quiero decir con esto? Muy sencillo: que si eres independentista y no conoces el origen de la estelada ni la historia de Cataluña empieza a preocuparte, porque te han lavado bien el cerebro.

Si eres independentista se supone que has tenido que leer algo sobre la historia de Cataluña para poder llegar a esa conclusión. Vamos, digo yo, porque a ese tipo de ideas se llegan por convicción. Ahora bien, esa convicción puede haberse forjado en el estudio o por la influencia insana de ciertos políticos. Los primeros son independentistas lúcidos, los segundos simples títeres fácilmente manipulables. A los lúcidos, o a los que creen serlo, les preguntaría qué esperan conseguir con la independencia de Cataluña, porque para empezar se saldrían de la Unión Europea y la inestabilidad económica estaría servida, pero bueno, cada loco con su tema.

El triángulo estrellado

Una vez dicho esto, creo que ya va siendo hora de tocar el tema de la banderita. La estelada se creó a principios del siglo XX como consecuencia del sentimiento soberanista que ya existía en aquella época. El triángulo estrellado está inspirado en las banderas de Cuba y Puerto Rico, especialmente en Cuba, ya que por aquel entonces hacía poco que se había independizado del Imperio Español. 

Se considera que su diseñador fue Vicent Albert Ballester, un activista muy implicado en todos los movimientos que defendían el independentismo catalán. Al parecer, su estancia en Cuba fue la razón de que eligiera el triángulo estrellado como estandarte del soberanismo catalán. Ballester admiraba mucho a Cuba por su lucha contra el Imperio Español y quiso reflejarlo en la estelada. 

La estelada era en sus comienzos un rombo azul situado en el centro de la senyera, así que podríamos decir que ha ido evolucionando hasta llegar al diseño actual. Hoy en día existen varios tipos de esteladas, hecho que se debe a las diferentes corrientes políticas que encontramos dentro del independentismo catalán.

De este modo, apreciamos que la estelada roja la utilizan los de izquierdas, la verde los ecologistas, animalistas y humanistas, la azul los de derechas o de centro-derecha y los independentistas de ideología comunista utilizan una estelada roja invertida (la estrella amarilla y el triángulo rojo). Hay más tipos de esteladas, cada cual más extraña que la anterior. Un ejemplo de ello es la curiosa estelada Yanqui, creada en los años 60 y ya en desuso.

La cuatribarrada

Puede ser una puntualización sin importancia, pero las barras tradicionales que conforman la estelada provienen de los reyes de la Corona de Aragón. Esto se debe a que el catalanismo tuvo varios periodos de represión cuando surgió como movimiento cultural a finales o mediados del siglo XIX. Los ciudadanos catalanes, al ver que se reprimía su libertad de expresión, tomaron la bandera cuatribarrada como un símbolo identitario catalán. También la utilizó Francesc Masià en 1931 cuando proclamó la "República Catalana" tras ganar su partido las elecciones municipales.

Al final, la famosa estelada se reduce a la bandera de la Corona de Aragón con un toque cubano. Una mezcla extraña que alude a dos lugares radicalmente opuestos. Es como si yo tomara como referencia las banderas de dos países (Estados Unidos y China, por ejemplo) e inventara una nueva con la mezcla de las dos. Algo bastante absurdo, en mi opinión.

viernes, 7 de agosto de 2015

Los desmemoriados


Dice un dicho que hay que mirar al pasado para evitar cometer los mismos errores en el futuro. Desde que la encuesta del CIS reflejara una remontada del bipartidismo y una caída progresiva de los partidos emergentes es algo que me viene a la cabeza de forma intermitente. ¿No hemos aprendido nada de lo que ha ocurrido desde que se inició la crisis? ¿Tan manipulables somos?

Dejando a un lado lo que realmente pienso de estas encuestas, si tomásemos la emitida por el CIS como algo cierto estaríamos ante una autoflagelación bastante importante. Es decir, el PP, el partido que llevó a cabo una amnistía fiscal en el 2012, el impulsor de una ley mordaza criticada por la misma ONU, el promotor de la reforma de la ley del aborto y el que permitió el rescate bancario (que Rajoy insiste en negar), está levantando el vuelo de nuevo. La pregunta que me hago ante tal panorama es la siguiente: ¿Estamos tontos?

¿Por qué remonta el bipartidismo?

Se me ocurren varias razones que explican su supuesta recuperación. Una de ellas es el miedo que los medios de comunicación no paran de azuzar con lo que está pasando en Grecia, y otra es la continua insistencia por parte de Rajoy en decir que la crisis ya es historia. Comentario que, por cierto, ha generado numerosas mofas en la prensa extranjera.

El hecho de que diversos periódicos y medios de comunicación no dejen de insistir en tal disparate confirma su poca fiabilidad, y si el lector sigue receloso le aconsejo que acuda al informe que elaboró la universidad de Oxford sobre esta misma cuestión. Informe que califica a los medios españoles como los menos creíbles de Europa. No, no es broma.

La crisis no es solo económica

Fíjese el lector lo que hemos salido de la crisis que, el pasado 20 de julio, el Comité de Derechos Humanos de la ONU dio a conocer un informe en el que se suspende a España en materia de Derechos Civiles y Políticos. Como contraste, Venezuela consiguió un aprobado (el informe aquí). Para que luego digan que es una dictadura y tal.

¡Eh! ¡Tranquilo!, que ya te imagino poniendo el grito en el cielo al leer un comentario favorable a Venezuela. No es mi intención extenderme demasiado al respecto, más que nada porque este post trata otro tema, pero a Hugo Chávez se le ha tachado de dictador por haber sido elegido cuatro veces. Para quienes no lo sepan, hay países que permiten la reelección presidencial indefinida, y no es un caso aislado. Otros países como Suiza, Italia, Chipre e Islandia también lo permiten y no creo que se les pueda tachar de dictaduras.

Por si fuera poco, en Venezuela se puede someter al presidente a un revocatorio (que el pueblo fuerce su dimisión), procedimiento que en España y demás países europeos todavía no existe. ¿No será España quien tiene que aprender de Venezuela en materia democrática? Como todo país, también tiene sus problemas (no ser amiguete de los estadounidenses trae consecuencias), pero centrarse solo en sus defectos me parece un error.

Como último apunte, añadir que durante los catorce años del gobierno de Chávez se convocaron seis referéndums. Cuatro de ellos sobre la constitución, uno sindical y el revocatorio antes mencionado. Mientras tanto, en la Unión Europea muchos se rasgaban las vestiduras por el referéndum de Tsipras, pero nada oye, que Venezuela es una dictadura y España una democracia ejemplar.

¿La corrupción pasa factura?

Después de las elecciones municipales y autonómicas podemos decir que sí pasa factura, aunque no con la contundencia que debería. Para empezar, el PP fue el partido más votado en Madrid y Valencia. Exceptuando la Comunidad de Madrid, lo que los echó fueron los pactos de los demás partidos, que pese a sus diferencias ideológicas entendieron que era mejor limar asperezas a dejar que gobernase el PP por otros cuatro años. Fue un acto de responsabilidad que deja lugar a la esperanza, pero no hay que olvidar que el PP sigue moviendo muchos votos. ¿Será igual en las generales, o nos llevaremos una sorpresa?

Lo que me parece lamentable es que a la hora de votar pese más el miedo que la razón. Solo en el PP nos encontramos con la operación Púnica, el caso de las tarjetas de Caja Madrid, el caso Gürtel y los papeles de Bárcenas. El PSOE también tiene su lista, y bastante larga. Según europapress.es, el partido de Pedro Sánchez mantiene abiertas 264 causas, 64 más que el PP.  

El problema de todo esto es que los casos de corrupción se olvidan pronto, sobre todo si tienen los medios a su favor. Cuando ya han explotado lo suficiente un tema pasan a otro y se olvidan por completo del anterior. Claro, hablan de actualidad y no pueden estar recordando continuamente noticias pasadas, pero ese consumo rápido de información crea muchas lagunas. Al final, cuando toca votar, esos partidos ponen en marcha la maquinaria propagandística y los casos de corrupción quedan como algo lejano y sin importancia.

Luego tenemos el dichoso voto útil, una falacia a la que acuden tanto el PP como el PSOE con la falsa argumentación de que si no apuestan por el caballo ganador su voto caerá en saco roto. El fallo de esta argumentación está en que si un partido consigue representación en el Congreso el voto ya ha servido para algo. Otra cosa es que ellos prefieran gobernar con mayoría absoluta pasando del resto de partidos.

Que gobierne la lista más votada

Cuando pasaron las elecciones municipales y autonómicas muchos políticos del PP recitaron la salmodia de que gobernase la lista más votada. Argumentaban que no era democrático que gobernasen los perdedores a base de pactos, pero claro, de esto se acordaron después de las elecciones, no antes. ¿Nombrarían el tema con un buen resultado? Creo que no.

La trampa de ese argumento radica en que, si hablamos de calidad democrática, el sistema proporcional que tenemos ahora es la mejor opción (dentro de sus defectos). Si aplicásemos un sistema mayoritario, el bipartidismo se reforzaría y los partidos minoritarios se verían perjudicados. Es decir, que un sistema mayoritario va en contra de la pluralidad política, ya que muchos partidos pequeños se verían obligados a unirse para aspirar al primer puesto.

Sistema mayoritario = - pluralidad política
Sistema proporcional= + pluralidad política

Sé que al final he terminado tocando temas que merecen menciones a parte. La trampa de la lista más votada da para mucho más, así como la calidad democrática de Venezuela, que es mayor de lo que muchos se piensan. No he querido hacer el post demasiado largo, así que si tenéis curiosidad por saber más haced clic en los enlaces. En cualquier caso, son cuestiones sobre las que escribiré más adelante.

sábado, 1 de agosto de 2015

Ser monárquico y de izquierdas, la gran incoherencia


He de admitir que los cacaos ideológicos que tienen algunos me dejan estupefacto. Los hay que dicen que pasan de etiquetas y que no son ni de izquierdas ni de derechas (estos son los más falsos), luego tenemos a la izquierda aria que no dialoga con nadie porque están muy convencidos de su verdad, pero si hilamos aún más fino nos toparemos con un espécimen que, pese a sus contradicciones, está creando tendencia en nuestro país. Me refiero a los monárquicos que dicen ser de izquierdas. ¡Toma ya! ¿Creías que lo habías visto todo?

Sobre la confusión de ideas y creencias ya he escrito otras veces. Toda esa gente que se decanta por uno u otro bando sin tener muy claro lo que defiende termina convirtiéndose en un ejemplo de ignorancia andante. Y ojo, el que os escribe no se considera un experto en la materia, pero hay ciertas cuestiones que sí tengo claras. Una de ellas es que un republicano puede ser de izquierdas o de derechas, y otra que un monárquico no puede ser de izquierdas. ¿Por qué? Muy sencillo: la izquierda aboga por la democracia sin excepciones, es decir, que tener como jefe de estado a un rey que no ha sido elegido democráticamente va en contra de esta ideología. 

Por si te lo estás preguntando, si se diera la situación de que el rey fuera elegido democráticamente cada cierto tiempo (como si fueran unas elecciones), entonces estaríamos ante un caso único en el mundo, ya que la monarquía, por muy parlamentaria que sea, se basa en la perdurabilidad de una figura que traspasa su poder de forma hereditaria, NUNCA DEMOCRÁTICA. Puede que el lector piense que esta aclaración está de más, pero me he topado con monárquicos "de izquierdas" que, para justificar su bipolaridad ideológica, me han propuesto tal disparate. Ver para creer.

A esta gente yo la calificaría como la izquierda ignorante. No se puede defender que haya aristocracia e igualdad al mismo tiempo, ya que si existe lo primero no puede darse lo segundo. Personalmente, siempre he visto a las monarquías parlamentarias como torpes arreglos que solo buscan mantener a los mismos de siempre viviendo del cuento. Se trata de una democracia light donde salen perdiendo los ciudadanos de a pie.

Dicho esto, supongo que el lector conocerá mi opinión sobre la enorme bandera española que exhibió Pedro Sánchez el pasado junio en un mitin. Si un partido defiende a la monarquía solo puede tener una ideología, y no es de izquierdas. Decir lo contrario es mentir o pecar de ignorante.

El problema de fondo que tienen estos líos ideológicos es el miedo a pensar. Les inculcan desde niños lo que deben creer y luego, a la hora de la verdad, surge el miedo de pararse a reflexionar qué es lo que realmente piensan. He ahí el origen de estas incoherencias tan absurdas. Se confronta lo que les han enseñado a creer con su verdadera opinión. En cualquier caso, por mucho que quieran inculcarte ciertas doctrinas o ideologías es deber de cada uno intentar derrumbarlas a base de preguntas incómodas. No hacerlo sería condenarse a vivir en una mentira.


Imagen de Christockwell.