martes, 22 de noviembre de 2016

El error de la izquierda española

La situación de la izquierda española es compleja y no obedece a los cánones europeos. Intentar analizarla con los mismos ojos que la política francesa o la alemana es un error muy común, y eso se debe a que la cuarta economía de la zona euro es especial en ciertos aspectos de su historia.

Para empezar, si tomamos al partido de Marine Le Pen como referencia de extrema derecha europea es evidente que en España no existe una formación similar. Quien haya leído mis anteriores artículos sabrá que considero a Ciudadanos como un partido más a la derecha que el PP, pero no es una formación euroescéptica ni defiende medidas económicas proteccionistas. Los integrantes del partido naranja, al contrario que 'Front National', creen que el mercado no necesita ningún tipo de regulación para que pueda funcionar correctamente. De ahí que defiendan el TTIP.

Las razones de que seamos una excepción son muy variadas. Entre ellas están los coletazos que todavía da el franquismo o que los inmigrantes que recibimos son mayormente sudamericanos de tradición católica. Francia, por el contrario, tiene una fuerte inmigración musulmana que no es capaz de adaptarse a un país laico y culturalmente opuesto a las costumbres de la tradición islámica. Esa, y no otra, es la causa principal de que el norte de Europa se vea amenazada por una derecha xenófoba.

También debemos añadir el trauma que supuso la Guerra Civil Española, y digo 'trauma' porque volvió al ciudadano medio más reservado e individualista. Sin duda alguna, el mantra de "no te metas en política" caló bien profundo. Lejos ha quedado esa izquierda de la Segunda República que afrontó sin remilgos los problemas que sufría el país, aunque también es cierto que les hizo frente sin respetar los tiempos.


Preocúpate de sentir, no pienses

La campaña que llevó Podemos para las elecciones del 26J no me gustó nada. En lugar de apelar a la razón y explicar cada una de sus propuestas con ahínco se dedicaron a difundir discursos emocionales carentes de contenido. Huyeron de las cuestiones polémicas que podían definirles o minar su espacio electoral y se centraron en algo tan impreciso como la 'ilusión'.  Los decepcionantes frutos de esa estrategia electoral se los debemos a una prensa vergonzante y a Íñigo Errejón, el jefe de campaña de Podemos.

No hace mucho le escuché decir a Juan Carlos Monedero que Errejón tiene una visión descreída de la sociedad. También declaró que piensa que los españoles son en su mayoría de ideología conservadora y que por esa razón apostaba por un discurso templado. Eso significa que el secretario de campaña de la formación morada nunca ha sido partidario de decir la verdad sin edulcorantes, sino de exponer un discurso moderado con la esperanza de contentar a todo el mundo.

Pablo Iglesias comprendió que su compañero se equivocaba y por eso emprendió la misma estrategia de hace dos años, es decir, definir sin miedo a su enemigo para que los votantes vuelvan a ver a Podemos como una opción de cambio. El detalle de regresar al discurso áspero pretende retener a esa gente que empezaba a desencantarse con una formación ya descafeinada. Al final, el líder de Podemos se dio cuenta de que su sangría venía por la izquierda, no por el centro.

El único inconveniente que le encuentro a su estrategia es que sigue eludiendo temas espinosos que cualquier político serio debería abordar. Es una ambigüedad puramente electoralista, pero no deja de ser decepcionante que haya terminado doblando la rodilla frente a la presión encarnizada de los medios de 'comunicación'. Sí, la prensa ha tenido mucho que ver con la moderación que ha sufrido Podemos, aunque no tiene todo el mérito.

Un ejemplo clave para entender a lo que me refiero con que eluden 'temas espinosos' es la cuestión de la inmigración. Desde Podemos se ejerce un discurso buenista por miedo a perder votantes, pero no hay que ser muy listo para darse cuenta de que un país no puede eliminar sus fronteras. Aunque no sea políticamente correcto admitirlo, las fronteras son necesarias y deben regularse en la medida de lo posible, ya que de lo contrario el país no puede atender bien ni a los que llegan ni a los que están.

Jorge Vestrynge, un politólogo simpatizante con la formación de Pablo Iglesias, ha hablado de esto varias veces desde un punto de vista práctico. En lugar de escribiros la parrafada, os dejo un vídeo donde lo explica perfectamente.


Debo resaltar que Pablo Iglesias no es el único político que cae en esa manía de no hablar claro sobre asuntos impopulares. El problema es que antes se mojaba más y no temía tanto las consecuencias de unas palabras sinceras. Ahora, su miedo al 'qué dirán' le ha llevado a callarse más de cuatro cosas, quizá porque los medios de comunicación siempre están a la espera de que se salga del molde.


Nota: El lector habrá notado que solo he hablado de Podemos para referirme a la izquierda de este país. Eso es porque considero que todos los partidos progresistas están dentro de Unidos Podemos. El resto son formaciones oportunistas o directamente de derechas.

martes, 11 de octubre de 2016

La raíz del problema


En un principio tenía pensado escribir sobre el apocalipsis """""socialista""""" y el negro futuro que les depara. Esta mañana he leído en 'eldiario.es' que la nueva dirección del PSOE se abstendrá gratis con tal de evitar terceras elecciones, algo que no debe pillarnos por sorpresa porque para eso forzaron la salida de Pedro Sánchez.

Lo que no puedo evitar preguntarme es qué harán después de la investidura. ¿Votarán en contra de los presupuestos y de todos los recortes que nos esperan o mantendrán una actitud sumisa? ¿Acaso no son conscientes de que Rajoy no tiene nada que perder en otras elecciones? A veces me da la impresión de que los llamados 'golpistas' no saben muy bien hacia dónde van, ya que cuando invistan a Rajoy pondrán en marcha la legislatura del chantaje.

Luego me di cuenta de que no iba a aportar nada nuevo haciendo una descripción detallada sobre la caída de Pedro Sánchez. Al fin y al cabo, ¿qué iba a escribir que no se hubiese escrito ya? Además, creo que era de esperar que el PSOE terminase absteniéndose de una forma y otra.  Como mucho, la novedad es que hayan aguantado tanto.

En fin, que me enrollo. Como he escrito más arriba, estaba pensando en todo esto cuando me encontré en Facebook con dos textos muy acertados publicados por Guillermo Toledo. Los escribió el cuatro y cinco de octubre de este mes, y debo admitir que al leerlos recordé por qué era abstencionista antes de empezar a votar a Podemos. Al lado de esto, las intrigas políticas quedan reducidas a la nada.


04-10-2016

El gobierno griego de Alexis Tsipras pretende bajar un 30% las pensiones tras una bajada anterior del 20%. El propio Tsipras protestó por la utilización de gases lacrimógenos de los gobiernos anteriores cuando estaba en la oposición, exactamente los mismos gases (de producción sionista) que ahora su policía utiliza contra los jubilados que se manifestaron en Atenas por su vida; por un presente y un futuro dignos. 
Ahora dice que los quiere prohibir. La socialdemocracia es lo que tiene, que también reparte hostias a la clase obrera sin miramientos. Pero, eso sí, con alegría, ilusión, esperanza y corazones. Muchos corazones.

05-10-2016
"Siryza privatiza el agua de Atenas y Tesalónica, la empresa pública de electricidad, la industria griega de vehículos y el metro de Atenas. Esta es la alternativa más a la izquierda de todos los gobiernos de Europa. Ni un solo partido con opciones, no ya de gobernar, sino de tener representación parlamentaria en este 'país', dice la verdad: nada se puede hacer dentro de la UE, del euro y de la OTAN. Nada obedeciendo las imposiciones del BCE, del FMI o el BM. 
El fascismo no es reformable, como tampoco lo es su 'rostro amable': el capitalismo europeo y sus democracias parlamentarias representativas. Votar es, hoy más que nunca, elegir entre los varios modelos de bota con la que nos gustaría que nos pisaran el cuello.  
El estado socialista que soñó Salvador Allende ha dejado de ser una utopía para convertirse en una quimera. El cambio climático, y la guerra mundial total que aquel ya está provocando, convierten en inútil cualquier pretensión de reforma del sistema. 
Visto el tamaño, la profundidad, y el alcance del engaño y la mentira asumida bajo la que vivimos, solo se me ocurre una solución: regresar al homo erectus, y reaprender a caminar, pensar y amar."

Los dos textos se pueden reducir a lo que he destacado en negrita. De este atolladero no nos puede sacar ningún partido porque estos ya han aceptado las reglas del juego. En el momento en que una formación política huya de esos tres puntos debemos tener claro que no van a cambiar nada. Decir lo contrario es mentir a la gente.


jueves, 15 de septiembre de 2016

Podemos ya no es el cambio


He ido alargando la tarea de hacer este artículo porque no sabía cómo abordarlo. Quien haya leído mis últimas entradas sabrá muy bien por qué he terminado harto de Podemos y cuáles son las razones por las que no les voy a votar si hay terceras elecciones. Volver a enumerar los motivos sería repetirme, así que el lector me va a permitir hacer trampas y dejar los enlaces al final del texto.

En esta ocasión quiero poner de relieve unos cuantos detalles que empiezan a ser la norma en muchos votantes de la formación morada. Solo son eso, detalles, pero juntándolos todos conforman un marco curioso. A veces me pregunto si la cúpula de Podemos ya tenía prevista toda esta estrategia de moderación y acercamiento al PSOE o si la han improvisado sobre la marcha. Si me preguntan, apuesto a que ha sido una mezcla de las dos. No creo que Pablo Iglesias fuera tan ingenuo como para no prever que su discurso se diluiría con el tiempo. En sí, el querer acaparar más votos no está mal, lo que está mal es hacerlo tomándole el pelo a la gente.

Podemos fue en sus inicios un partido marcadamente de izquierdas, euroescéptico y anti-OTAN. Al poco tiempo optaron por decir que eran transversales para recoger más votos, y esta estrategia les funcionó temporalmente. Luego, al ver que con el cuento de la transversalidad no alcanzaban la cuota deseada comenzaron a definirse como muy europeístas y socialdemócratas. A partir de ese momento salir de la Unión Europea suponía para ellos una herejía, algo propio de infieles y seres demoníacos que querían destruir España. Esa grande y libre, según Paco.

Luego vino el tema de la OTAN, donde el señor Iglesias recurrió a la misma argucia que utilizó en su época Felipe González. Él no empleó el vergonzoso eslogan "OTAN de entrada NO", pero vino a decir que el acuerdo había que 'reformarlo' o 'renegociarlo'.  Vamos, un solapado  'OTAN sí' en toda regla. Como confirmación, tenemos a su fichaje estrella, Julio Rodríguez, quien dijo a finales del año pasado que seguirán "respetando los acuerdos de la OTAN" y que apuestan "por una defensa integral europea". Os pondría el enlace, pero el artículo en cuestión es de 'El País'.

Hay otros detalles a tener en cuenta, como el nulo debate existente entre monarquía o república, que es crucial para alcanzar esa justicia social tan deseada. También hay mucho prejuicio dentro de Podemos hacia los malvados comunistas, esos trasnochados hipócritas que viven en el pasado y que utilizan móviles en lugar de señales de humo. No importa que el precursor de la telefonía móvil fuera Leonid Kupriánovich, un inventor soviético. Ellos seguirán diciéndote que si eres comunista no puedes usar un puto móvil, y menos si es un iPhone (me tienen que explicar por qué tienen esa obsesión con los iPhones).

Con respecto a la transversalidad, me veo obligado a hacer un apunte. Aunque en un principio pueda parecer una buena idea que un partido se declare como tal, no hay que olvidar que no deja de ser una estrategia política para confundir y atraer a los votantes despistados. Por mucho que Ciudadanos se declare transversal no hay que ser un lince para darse cuenta de que son de derechas, al igual que UPyD. El caso de Podemos no es distinto, ya que dicen que el espectro clásico izquierda-derecha no va con ellos cuando son un partido de izquierdas. ¿O qué? ¿Acaso hay votantes de Podemos que beban del neoliberalismo más recalcitrante? Como mucho, nos podremos encontrar con abstencionistas de toda la vida o gente que no sepa muy bien dónde situarse, pero nada más.

El problema de utilizar el cuento de la transversalidad es que puede salir tremendamente mal. Aunque nos fastidie, España siempre ha funcionado con el eje izquierda-derecha (querer verlo de otra manera sería engañar al electorado). Nunca ha estado bien visto que un partido pueda pactar tanto con el PP como con el PSOE. Dan la sensación de que solo se arriman a quien tiene el poder y eso crea desconfianza en el votante. De ahí que Ciudadanos le tenga tanto pánico a unas nuevas elecciones. 

En este punto creo conveniente aclarar que hay dos tipos de votantes de Podemos: los que son conscientes de todo lo que he dicho y los ingenuos que no se enteran de nada porque ven la política con los mismos ojos que el fútbol. Si os soy sincero, no sé cuál es peor, si los primeros, que aun sabiendo en lo que se han convertido les siguen votando, o los segundos, que son los nuevos hooligans. 

En resumen, que Pablo Iglesias no cambiará nada si llega al poder. No nacionalizará ni aunque sea parcialmente las empresas que antes eran públicas, no impulsará un referéndum Monarquía-República por miedo a perder votos, no regulará los medios de comunicación con el fin de evitar abusos, no planteará la posibilidad de renegociar la deuda para no parecer un radical comunista-antisistema-bolivariano y, cómo no, tampoco cambiará el sistema electoral porque una vez suba al poder no le vendrá bien hacerlo. Pablo Iglesias será un segundo Zapatero, es decir, un presidente débil y aficionado a los brindis al sol que se arrodillará a los mandatos de Bruselas sin dudarlo, igual que Tsipras.


Aquí os dejo las otras entradas:



Imagen: Blitzmaerker

lunes, 8 de agosto de 2016

Zapatero quiere que gobierne Rajoy





El mejor presidente de nuestra reciente 'democracia', según Pablo Iglesias, ha pedido a Pedro Sánchez de forma muy disimulada que el PSOE se abstenga para que vuelva a gobernar el PP cuatro años más. En su nueva reaparición ha alertado de que sería muy "negativo e inconveniente" que hubiera terceras elecciones y, tras pedir al partido de Mariano Rajoy que haga su máximo esfuerzo en las negociaciones, insta al PSOE a que abra un proceso de diálogo interno para que se debata este tema con profundidad.

Zapatero defiende que llegar a un acuerdo con el PP es compatible con el posicionamiento ideológico (!), pero en Ferraz le han contestado que ya tomaron la decisión el pasado 9 de julio y que desde ese día no ha pasado nada nuevo que justifique ese 'diálogo interno'. De este modo, cierran la puerta al nuevo intento de presión, el cual también les ha venido por parte de su venerado jarrón chino en reiteradas ocasiones.

Si el lector le ha echado un vistazo a mi última entrada ya conocerá mi opinión sobre lo que hará el PSOE. Esa cabezonería de decirle no a todo tendrá que romperse en algún momento, quizá a última hora por miedo a lo que pudiera pasar si van a unas terceras elecciones. Por mucho que el CIS diga ahora que el mal llamado 'partido socialista' saldría beneficiado, todos sabemos que las elecciones son impredecibles y que las carga el diablo.


Imagen: Wikipedia.

miércoles, 3 de agosto de 2016

Partidos veleta



Estos últimos meses hemos asistido a un espectáculo vergonzoso en el que los partidos políticos han ido variando el discurso a su conveniencia. Por un lado, tenemos al mal llamado 'partido socialista', que sigue anclado en sus tres 'noes': no al pacto con el PP, no a intentar la alternativa a la izquierda y no a las terceras elecciones. Desconozco hasta cuándo van a mantener la farsa, porque es de cajón que una de las tres negaciones se va a quedar en la cuneta.

Estamos, pues, ante la política del postureo y de la teatralización. O mejor dicho, ante la política ombliguista del "quémate tú que ya me quedo yo en la sombra". Y ojo, de esto tampoco se salva Podemos, que aunque se haya mantenido firme en su política de pactos su discurso está muy lejos de parecerse al que daba hace un año. Sí, el que aquí os escribe se fija mucho en las declaraciones de los políticos, ya que en base a lo que dicen puedes saber si te la están metiendo doblada o no. 

El caso de Pablo Iglesias es de lo más curioso. Ha pasado de ser comunista, euroescéptico y anti-OTAN a ser todo lo contrario. Es cierto que pone matices, es decir, dice considerarse europeísta pero no de esta Europa y utiliza el mismo discurso para hablar de la OTAN. El problema es que creer que la Unión Europea se puede reformar es una estupidez. Considerarse europeísta significa estar de acuerdo con las políticas económicas de Bruselas, más que nada porque la UE siempre ha sido así. Ese mito de la Europa social es tan falso como la existencia de los Reyes Magos. 

Para ejemplificar ese cambio radical que ha sufrido el Secretario General de Podemos citaré algo que dijo el 19 de septiembre de 2013 en una conferencia de la Universidad de La Coruña. Luego, lo compararé con otra declaración que hizo dos años después.

"La identidad 'España' para la izquierda, una vez que terminó la Guerra Civil, está perdida. No sirve para hacer política en Cataluña, Galicia y en el País Vasco y es un agregador con el que gana la derecha. Yo cada vez que voy a los medios de comunicación hago contorsionismo para decir "esos patriotas de pulserita rojigualda que venden la soberanía a Bruselas. Ser patriota es defender los servicios públicos, ser patriota es defender los derechos sociales....", pero yo no puedo decir 'España', yo no puedo utilizar la bandera rojigualda. Yo puedo tensar y decir que soy patriota de la democracia y que por eso estoy a favor del derecho a decidir y de que la educación y la sanidad sean públicas, pero no hay nada que hacer. Perdimos la guerra."

Aquí Pablo Iglesias habla de por qué la izquierda siempre ha tendido a avergonzarse de su bandera y de su país. Es un tema tan recurrente que hasta yo mismo lo he escuchado decir. Siendo más concreto, cuando iba a clase tenía un compañero que al hablar sobre esto siempre ponía como ejemplo a los estadounidenses y el amor que sentían hacia su bandera. Recuerdo que solía decirme: "En Estados Unidos la gente no se avergüenza de su bandera, no entiendo por qué ocurre esto aquí". Y yo, cada vez que le oía decir eso callaba por la pereza que me daba explicarle lo de la Guerra Civil. Exacto señores, España es un país complejo, casi único en su especie.

España fue el único país de Europa que inició una Guerra Civil cuando los fascistas dieron el golpe de estado en julio de 1936. Mientras los gobernantes de la Segunda República huían como ratas a refugiarse en otros países cuando se vieron acorralados, muchos ciudadanos se alzaron en armas para enfrentarse al fascismo y a la barbarie. No importaba que en muchos casos los medios de los que disponían fueran precarios, dieron la cara y demostraron que la Segunda República no iba a morir de rodillas. 

Ahora bien, las consecuencias que trajo este hecho es que España es el segundo país del mundo con más fosas comunes después de Camboya y que es el único país de Europa donde el fascismo triunfó. Hasta Portugal, que tuvo con Salazar y Caetano la dictadura más duradera del siglo XX en Europa, tuvo su Revolución de los Claveles, lo que legitimó la democracia que se formó posteriormente. En España, el dictador Francisco Franco murió de viejo en la cama e impuso una monarquía que todavía soportamos hoy en día. Sí, también somos pioneros restaurando monarquías.

Por todo ello, España es un país lleno de contrastes donde lo negativo gana a lo positivo, y es por eso que la izquierda encuentra muy pocas razones por las que sentirse orgullosa de su país. Pero bueno, que me voy del tema principal. Todo este rollo que os he soltado para explicar lo que dijo Pablo Iglesias hace tres años se entiende y es hasta lógico. El problema es cuando después le escuchas decir algo que choca frontalmente con la declaración ya mencionada. Siendo más exactos, cuando ya existía Podemos.

A mediados de 2015, Pablo Iglesias recriminó la cultura de la derrota que arrastraba Izquierda Unida de la siguiente forma: 

Os avergonzáis de vuestro país y de vuestro pueblo. Consideráis que la gente es idiota, que ve televisión basura y que no sé qué y que vosotros sois muy cultos y os encanta recoceros en esa especie de cultura de la derrota. El típico izquierdista tristón, aburrido, amargado, etc., la lucidez del pesimismo. No se puede cambiar nada, aquí la gente es imbécil y va a votar a Ciudadanos, pero yo prefiero estar con mi cinco por ciento, mi bandera roja y mi no sé qué. Me parece súper respetable, pero a mí dejadme en paz. Nosotros no queremos hacer eso. Queremos ganar. Preocúpate de otra cosa."

Debo resaltar que estoy de acuerdo con parte de lo que dijo. El problema de IU es que cayó en el conformismo y atesoraba esa poca representación como si fuera de su propiedad, al igual que han hecho toda la vida el PP y el PSOE con sus votos. Con el "y no sé qué" del final supongo que se referiría a la bandera de la Segunda República que tanto se ve en las manifestaciones, pero ese "os avergonzáis de vuestro país y de vuestro pueblo" choca de frente con sus declaraciones de 2013. Ante estos virajes siempre me pregunto en cuál cree realmente, porque ese es el problema de las contradicciones, que uno se queda con la duda de cuál es la válida.

También estoy de acuerdo con la estrategia de los de abajo contra los de arriba en lugar del eje izquierda-derecha que ha llevado IU desde su fundación. La estrategia inicial que adoptó Podemos ha resultado ser la correcta, la que está acogiendo ahora no.


Podemos rivaliza con el PSOE en hooligans

Lo dije en el anterior artículo y lo repito en este: se puede votar a Podemos sin ser un hooligan o un fanboy. Siempre he sido un escéptico en política y no soy muy dado a creer en las promesas de cambio. Puedo admitir que Unidos Podemos es el único partido con representación parlamentaria al que vale la pena votar, pero de ahí a tragarme el hipotético cambio que tanto profesan (cada vez más descafeinado) hay un gran trecho.

Además, últimamente estoy viendo que los votantes de Podemos están cayendo en el mismo error del "y tú más" que el PP y el PSOE. Cuando criticas las conductas inadecuadas o las contradicciones de los dirigentes morados siempre te salen con los casos de corrupción del bipartito y de IU, detalle que me parece de lo más curioso. Es decir, ¿así lo justifican todo?, ¿con los errores que cometen los demás? Sinceramente, me parece una justificación tramposa y poco lógica. Si eres de un partido te tiene que preocupar primero la corrupción que hay en TU partido y bajo ningún concepto debes pasarlos por alto en pos de un 'bien mayor', porque si ese partido nuevo empieza a parecerse a los viejos significa que ese 'bien mayor' no existe. Resumiendo, que te están tomando por tonto.

La pregunta es, ¿se está convirtiendo Podemos en 'casta'?

martes, 12 de julio de 2016

Podemos se deshace en su moderación




El 24 de junio publiqué un texto en una comunidad de Podemos de 'Google+'. Con ello intentaba fomentar el espíritu crítico de la formación y evitar que se formasen más hooligans de la cuenta. Sí, en Podemos también hay mucho fanboy de Pablo Iglesias que aplaude cada sílaba que suelta por los medios de comunicación, quizá porque el odio que sienten hacia el bipartito es tan grande que les quita la capacidad de razonar con un poco de imparcialidad.

Ahora no pienso exactamente igual, y eso que no hace ni un mes que publiqué la reflexión. Como en todo, yo también tengo mis límites a la hora de tragar con tanta contradicción por parte del líder de la formación morada. Siempre he pensado que a la gente hay que decirle la verdad y no andarse con triquiñuelas electorales. Si mientes al electorado sobre tus convicciones políticas debes saber que una parte del mismo se dará cuenta de la trampa.

Sin enrollarme más, os dejo con el texto en cuestión:

"Nunca he sido un militante (o inscrito) 'al uso'. Si soy de Unidos Podemos es porque considero que representan lo único decente que nos queda en política. No creo que vayan a cambiar gran cosa si llegan al poder. Es posible que Pablo Iglesias sea un segundo Zapatero en cuanto a términos de reformas si algún día llega a presidente (es decir, que solo tocará lo que la UE le permita tocar, nada de plantar cara a Merkel). En cualquier caso, si hay algo cierto es que los gobiernos del cambio han demostrado saber gestionar mejor que el bipartito, y con eso me basta.
Eso sí, últimamente me está dando vergüenza ajena observar el seguidismo ciego que habitualmente se aprecia en las comunidades de Podemos, y esto me preocupa, porque el partido de P. Iglesias se debe a la opinión y decisión de sus militantes, los cuales deben ser críticos y no ver a los partidos políticos como si fueran equipos de fútbol. Si caemos en ese error, se acabó. 
Esa alta fidelidad que se ha formado en la militancia morada tiene su origen en los constantes ataques y difamaciones que ha sufrido el partido. Unos ataques que, paradójicamente, han conseguido que mucha gente vea a Podemos como una buena opción. Después de todo, si los del PP-PSOE-C's no dejan de cebarse con ellos algo estarán haciendo bien, ¿no?

Y ojo, que no se nos olvide: ¡Los partidos solo son herramientas de usar y tirar! Y Podemos, como todo partido, también terminará desgastándose como le ha pasado al PSOE, y si no os lo creéis, tiempo al tiempo. Todo partido tiene su ciclo. 
Resumiendo, que ser críticos con nuestro partido y hacer ver sus errores es más importante que poner a parir al resto de formaciones todos los días. De nosotros depende que Unidos Podemos vaya a buen puerto, ¡y eso pasa por que sepan qué errores han cometido!".

Recuerdo que cuando lo escribí ya estaba algo crispado con los vaivenes ideológicos de Pablo Iglesias. Se podría decir que me encontraba al borde del hartazgo, mayormente porque no soporto los cambios hipócritas de discurso. No puedes llorar en los brazos de Julio Anguita y luego decir que Zapatero fue el mejor presidente de la democracia. ¿O acaso ya hemos olvidado las perlas que nos dejó ZP? Para no extenderme, solo nombraré dos: la reforma del artículo 135 y los desahucios exprés. Sí, los desahucios exprés no comenzaron con el gobierno del PP, sino con el del PSOE. Tiene bemoles que sigan llamándose a sí mismos 'socialistas'.

A modo de curiosidad, si habéis entrado en el enlace donde se ve a Pablo Iglesias alabando a ZP, fijaros en sus gestos corporales. Justo después de soltar la burrada se toca con nerviosismo la nariz. ¿Será una señal de que está diciendo algo que no se cree? A decir verdad, cada político tiene sus 'tics'. El más cómico es el de Mariano Rajoy, que cada vez que miente no puede evitar guiñar un ojo. Es, por así decirlo, como un detector de mentiras humano.

Otro cambio de discurso en el que Pablo Iglesias intenta acercarse al votante del PSOE se dio en una conferencia de hace unos días. Esta vez dijo que “nosotros aprendimos en Madrid y Valencia que las cosas se cambian desde las instituciones, esa idiotez que decíamos cuando éramos de extrema izquierda de que las cosas se cambian en la calle y no en las instituciones es mentira”. A ver si lo he entendido bien, ¿antes eran de extrema izquierda, decían idioteces y ahora no? ¿Funciona así? Creo que no hace falta ser muy sabio para darse cuenta de que si se encierran en el Congreso y no hacen política de calle terminarán como el PP y el PSOE: completamente alejados de la ciudadanía.

De nuevo, el secretario general de Podemos quiso hacer un guiño al votante socialista con la esperanza de que cambiasen su sentido del voto como por acto de encantamiento. Ya me imagino al votante del PSOE diciendo algo así: "¡Oh!, el coletas ya no es de extrema izquierda. ¡Ya me he vuelto podemita!" 


Pablo Iglesias está perdiendo a sus votantes más escorados a la izquierda

Hace ya algún tiempo que estoy oyendo ese discurso moderado, plano e inofensivo con el que pretende atraer al votante 'socialista'. Ya han quedado muy lejos esos alegatos agresivos donde decía las cosas tal y como las sentía. Y digo "tal y como las sentía" porque la pasión que le ponía entonces parecía genuina. 

Ahora, aun siendo comunista (no me trago su conversión a la socialdemocracia), escuchamos declaraciones en las que menosprecia a los suyos tachándolos de inmaduros (en una entrevista le preguntaron si era comunista y respondió que ya estaba mayor para esas cosas), y cómo no recordar la frase estrella de Errejón cuando dijo aquello de "los comunistas son una especie del pasado". ¿En serio esperaban recoger el voto de Izquierda Unida? No me sorprende que un tercio del partido de Garzón se haya abstenido. Si yo fuera comunista y escuchara este tipo de declaraciones tampoco habría votado a Unidos Podemos.

Con este panorama, aconsejaría que no le dieran la espalda a sus votantes más escorados a la izquierda, porque estoy seguro que parte de esa abstención que ha sufrido Podemos se debe a la estrategia de moderación que han tomado en campaña. Sé que es difícil intentar atraer el voto de centro y conservar a la vez el que está más a la izquierda, pero hacer declaraciones como las que he descrito no ayudan en nada. Los guiños que se están haciendo a los votantes del PSOE se conciben como torpes y artificiales, y eso hace que, lejos de atrapar algún voto, pierdan unos cuantos.

En este punto creo que deberían haber seguido la estrategia de Pedro Sánchez. El PSOE, consciente de que era muy difícil mejorar su resultado, se dedicó a intentar conservar los 90 escaños que obtuvieron el pasado 20D. Al principio podía parecer que la estrategia era equivocada (yo mismo lo creía), pero al final se ha demostrado que era la mejor táctica que podían seguir. ¿Resultado? Pese a la merma en escaños, ellos han perdido 120.606 votos y Unidos Podemos, que habían decidido abrazar amorosamente al PSOE cada vez que recibían alguna crítica por su parte, han obtenido 1.200.000 votos menos.

Ah, y que conste que nunca he abandonado la idea de que haya habido algo raro en las elecciones. Fraudes a pequeña escala ha habido, y por la noticia que ha sacado 'eldiario.es' sobre la ampliación del delito electoral por el caso de blanqueo del PP de Valencia no sería de extrañar que se hubiera dado a gran escala. En cualquier caso, todo esto no es más que una suposición.


El nuevo gobierno

Días después del 26J, leí un artículo en eldiario.es de un diputado de Podemos en el Parlamento andaluz en el que decía que lo correcto era regalarle la presidencia a Pedro Sánchez. Cuando leí su texto me vino a la cabeza el cambio cosmético que proponía Albert Rivera de hacer caer a Rajoy para que otro del PP ocupase su lugar. Es decir, ¿de qué sirve cambiar de presidente si las políticas van a ser las mismas? ¿Es que no hemos aprendido nada de la historia reciente del PSOE? A los 'socialistas' hay que forzarlos a escorarse hacia la izquierda siendo igual o superior a ellos. De lo contrario, seguirán con su política neoliberal. No sirve de nada investir a Pedro Sánchez si luego se pone de acuerdo con el PP para seguir con el austericidio.

Además, aunque Rajoy fuese finalmente investido con una abstención mínima del PSOE, se vería ante la titánica tarea de gobernar teniendo a toda la oposición en contra. En algunos temas económicos no me cabe la menor duda de que tendrían el apoyo del PSOE y de Ciudadanos, pero en otros  les tocaría aguantarse y ahogarse en su impotencia. Tampoco dudo de que veríamos a un PSOE errático al que le gustaría esconder la cabeza como los avestruces a la hora de ponerse de acuerdo con Rajoy para aprobar ciertas medidas, pero ese arrinconamiento se lo han buscado ellos solitos.


¿Qué debe hacer Unidos Podemos?

En lugar de soltaros el rollo, os voy a dejar la entrevista que le hizo Fernando Berlín a Juan Carlos Monedero en 'La Cafetera'. Quizá os parezca que 23 minutos sea demasiado tiempo, pero os aseguro que vale la pena. Por si no aguantáis tanto, resalto la parte que me ha parecido importante:

"Durante la campaña electoral yo creo que ha habido una decisión errónea de hacer un discurso hueco. Planteé después del debate a cuatro que Pablo me había parecido un león enjaulado, y cuando hay un discurso del miedo como el que ha habido tú no ganas a nadie para tu ejército diciendo simplemente que vas a ser un buen chico. Y además haciendo un discurso... como...blando".

lunes, 16 de mayo de 2016

Cada vez que Ferreras dice "más periodismo" muere un gatito


Cuando me dicen que 'La Sexta' es de izquierdas nunca puedo evitar arquear una ceja y mirar a mi interlocutor con cierta sorna. 'La Sexta', como cualquier otra cadena, también proporciona las noticias con su propio sesgo. Es lo que se conoce como 'línea editorial', es decir, la tendencia de los medios de masas vinculados a intereses económicos de grupos a presentar determinadas noticias y elegir de las que informar faltando a la verdad.

En este caso, la cadena se ha caracterizado por criticar mucho al PP y hablar muy poco de la corrupción que afecta al PSOE y a Ciudadanos. También se hace eco de cualquier bulo que circule sobre Podemos y tiene una especial inquina contra Venezuela, a la que despedaza sin miramiento a la menor oportunidad. ¡Ah! y no nos olvidemos de sus tertulianos estrella, entre los que se encuentra el flamante Eduardo Inda, experto en generar votos a favor de Podemos.

Sobre el polémico Inda, conocido en la red como "el pantuflo", parece que últimamente está generando mucha crispación por sus malas prácticas profesionales. De hecho, la semana pasada hubo bastante revuelo en Twitter por el hashtag  # HoyNoVeoLaSextaNochePorQue, el cual pretendía presionar a la dirección del programa para que no lo contratasen más. ¿La razón? Sus constantes publicaciones falsas contra Podemos.

Sobre el último punto me gustaría hacer un inciso. Las caras más conocidas de la cadena se jactan de dar voz a todo el mundo y de nunca cerrar la puerta a nadie, pero se olvidan de un pequeño detalle: dar voz a quienes mienten y difaman de forma reincidente no es sinónimo de libertad de prensa, sino de mala prensa. Y cuando se demuestra que las noticias vertidas sobre una formación política son falsas es una vergüenza que se le vuelva a llamar para que siga injuriando al mismo partido. Eso, que yo sepa, tiene un nombre: espectáculo. O mejor dicho, pan y circo.

Otro punto que quería destacar es el vicio que tienen ciertos periódicos de inventarse conexiones. Un ejemplo de ello son las declaraciones de un ex ministro de finanzas de Chávez (renegado del Chavismo, para más inri), quien dijo que el ex presidente venezolano dio dinero a la fundación CEPS entre los años 2008 y 2012. La exclusiva tiene su fundamento en que el ex ministro ha afirmado esta cuestión "sin ningún tipo de duda" ante la UDEF, que lo interrogó en los EE.UU sin mandamiento judicial elaborando un informe sobre su declaración, que es el que publicó el ABC el pasado 23 de abril como si fuera la prueba definitiva contra Podemos. 

Por otro lado, si bien es cierto que varios miembros de Podemos formaron parte de dicha fundación (hacer de asesor no es un crimen), en aquella época la creación de la formación morada no estaba ni en la mente de Pablo Iglesias. ¿Por qué relacionan entonces ese dinero (si es que lo hubo) con Podemos? Porque pueden y les da la gana hacerlo. De momento, ni siquiera está claro que Chávez 'donase' ese dinero, detalle que si se confirma me daría igual. Que un gobierno pague los servicios de asesoría a una empresa o a una fundación me parece algo completamente normal. Otra cosa son las oscuras conexiones que se inventa la mala prensa.

¡Ah! Casi se me olvida. Tras la publicación de esa noticia, en 'Al Rojo Vivo' no dudaron en hablar de ello pese a su dudosa veracidad. Ferreras, el director del programa y de 'La Sexta', se defendió ante Jorge Vestrynge diciendo que "ellos (el ABC) recogen una declaración que es real: hay un ex ministro de Chávez que dice lo que dice, otra cosa es si lo que dice es verdad o no". ¿Os dais cuenta? Cogen unas declaraciones sin contrastar y las publican tal cual. ¡Viva el rigor periodístico!

Si tenéis ganas de indignaros, aquí os dejo el vídeo:




PD. ¡Ojo! Recordemos que la prensa española tacha a Hugo Chávez de dictador desde que éste expropió a Emilio Botín un banco de Venezuela que por aquel entonces era propiedad del Grupo Santander, quien a su vez es accionista en el Grupo Prisa, un grupo multimedia de comunicación que engloba a marcas informativas como El País, Cinco Días, As, El Huffington Post, Cadena Ser, Los 40 Principales, Mediaset España, etc.


El vídeo que La Sexta no quiere que veas


La cadena "progresista" no está exenta de noticias falsas que publicaron sin ningún rubor. Como he dicho más arriba, su 'línea editorial' está muy bien definida: ir contra el PP y abstenerse de comentar los casos de corrupción que salpican al PSOE y a Ciudadanos. Y si al final no les queda otra opción que dar la noticia, lo hacen rapidito y sin hacer sangre. Eso sí, cuando Podemos se ve salpicado por cualquier acusación sin fundamento no dudan en dedicarle programas enteros. 

Para que no me tachéis de conspiranoico, os dejo su manipulación más sonada. Supongo que ya la conoceréis, pero el post me está quedando demasiado largo como para meterme con el sesgo de sus noticias internacionales. En el futuro puede que haga una segunda parte.

Chávez amenaza con una guerra en Sudamérica





lunes, 9 de mayo de 2016

La confluencia Podemos-IU asusta al PSOE


Desde que Podemos e IU dijeron que intentarían llegar a un acuerdo para ir juntos el próximo 26J, no son pocos los que han mirado a esa coalición con cierto escepticismo. Algunos creen que pactar con el partido de Alberto Garzón los aleja de la centralidad del tablero y les coloca la etiqueta de radicales. Otros, sin embargo, piensan que el único modo de hacerle el 'sorpasso' al PSOE es que toda la izquierda se una.

He de admitir que me sorprendió el resultado logrado por IU en su pregunta sobre ir en coalición con Podemos y otras fuerzas. Más de 20.000 afiliados y simpatizantes participaron en la votación, de los cuales un clamoroso 84'5% votó a favor. ¡Menudo cambio! Hasta el mismo Garzón admitió que esperaba un resultado más dividido, opinión que yo también compartía.

Quizá, ese resultado tan contundente se deba a que muchos votantes de IU ya están hartos de que su partido nunca cuente. Quieren que su voto sirva para algo, y eso pasa obligatoriamente por pactar con fuerzas de izquierdas que tengan más peso. No se trata de diluirse con una formación mayor, sino de poner sobre la mesa los puntos en común y dejar a un lado las diferencias.


Las voces discordantes


Gaspar Llamazares vierte en Twitter todo su odio hacia
 Podemos. La mayoría 
de sus tuits van contra la formación morada.

El que más se ha molestado en mostrar su desacuerdo ha sido Gaspar Llamazares, ex coordinador general de IU y actual portavoz de Izquierda Abierta. Según él, Podemos es el coco que se quiere comer a su partido y no duda en afirmar que "IU va a ser aplastada". También critica que en la pregunta se abstuvo más del 70% del censo, detalle que no quita legitimidad a su resultado por mucho que se empeñe. Es más, la excusa de la abstención se cae por su propio peso porque se entiende que a aquellos que no participaron en la votación les era indiferente el resultado. De no ser así, que hubiesen votado.

Quizá, algo que no entiende Gaspar Llamazares es que la izquierda no es propiedad de ningún partido. El viejo discurso de "yo soy más de izquierdas que tú" ha quedado caduco y fuera de lugar. No se trata de quién es más de izquierdas, sino de que toda la izquierda se una para hacer frente al poder. Como dice Julio Anguita: "Hay que encontrar un contrapoder que se enfrente al poder desde la desobediencia civil", pero sin violencia.

Para quien tenga curiosidad, aquí os dejo un vídeo de Frente Cívico <<Somos Mayoría>>(FCSMdonde Anguita explica en qué consiste el contrapoder. De hecho, se está comentando que el ex alcalde de Córdoba ha sido el artífice de la posible confluencia Podemos-IU. ¿Será cierto?



Julio Anguita: "Cuando los diputados de la revolución francesa 
deciden romper con la nobleza y el clero no tenían una línea política común"


¿Es posible el 'sorpasso' sin IU?

Desde que Podemos le diera una fuerte patada al avispero, el PSOE ha ido alejándose de su tradicional espacio electoral sin casi darse cuenta. Como consecuencia de ello, hemos sido testigos del pacto PSOE-C's, un error táctico que a Pedro Sánchez le saldrá muy caro en las próximas elecciones. Sí, esas que no creía que se celebrarían. 

Dicho esto, no considero que Podemos tenga la suficiente fuerza para sobrepasar el espacio libre dejado por los """"socialistas""""" (me quedo corto con las comillas). Para darle una importante mordida de escaños necesitan al partido de Alberto Garzón, con el que sí habrían conseguido el 'sorpasso' el pasado 20D.

Mientras tanto, los socialistos están tan nerviosos que no han dejado de presionar a IU para que no confluyan con la formación morada, detalle que nos despeja las dudas sobre si conviene o no que sumen las fuerzas.

martes, 19 de abril de 2016

¿Ha comenzado la sexta extinción?


Ayer por la tarde leí un artículo en la revista "Muy Interesante" que me llamó la atención. El artículo trataba de explicar al lector que es muy posible que estemos viviendo la sexta extinción. La imagen que acompañaba al artículo mostraba un museo con hologramas de animales que hoy en día se encuentran al borde de la desaparición. Era la representación de un hipotético zoo virtual del futuro, una posibilidad que, habiendo leído el texto completo, bien podría hacerse realidad. Los animales que podían verse son:

- Águilas: extintas en 2030
- Oso polar: extinto en 2050
- Gorila: extinto en 2027
- Lince: extinto en 2026
- Rinoceronte: extinto en 2033
- Corales: extintos en... (la imagen se corta)

Si hacemos un breve repaso a la historia de las extinciones, nos encontraremos con que la última fue la que acabó con los dinosaurios a causa de una bola de fuego hace 65 millones de años. El que fuera un impacto extraterrestre todavía es motivo de discusión, ya que hay científicos que son más partidarios de la teoría de la erupción volcánica. También los hay que achacan la causa de la catástrofe a un cambio gradual del clima. En cualquier caso, la extinción masiva se dio entre los períodos Cretácico y Paleógeno llevándose consigo al 75% de los géneros biológicos. 

Si al lector le asombra las grandes proporciones de la quinta extinción, se sorprenderá aún más cuando sepa que durante la tercera desapareció el 95% de las especies. No, no me he equivocado escribiendo el porcentaje. A este cataclismo se le conoce como la 'Gran Mortandad' y sucedió hace 250 millones de años entre los períodos Pérmico y Triásico. Existen dos teorías para explicar lo que sucedió: el impacto de un gran asteroide o una erupción volcánica de proporciones tan vastas que alteró los niveles de oxígeno de la atmósfera. 

Como los humanos somos muy morbosos, la teoría del gran impacto es la que más ha calado en el colectivo, pero no está nada claro cuáles fueron las causas de las cinco extinciones. A lo largo del tiempo se han encontrado algunos indicios que apuntan hacia una u otra teoría, y como es muy difícil saber con exactitud qué fue lo que pasó hace 'x' millones de años, solo nos queda especular. Aun así, de una cosa sí están seguros los científicos: las cinco extinciones tuvieron causas naturales, la actual no.


La extinción exprés

La primera vez que se dio la alarma fue en 1998 a raíz de una encuesta realizada por el Museo Estadounidense de Historia Natural de Nueva York. Según dicha encuesta, "la mayoría de los biólogos del país están convencidos de que está en marcha una extinción en masa de animales y plantas". La noticia fue publicada por The Washington Post y, según el museo, siete de cada diez biólogos afirmaban que una quinta parte de todas las especies vivas podría desaparecer en menos de tres décadas, un ritmo de desaparición que supera a las cinco extinciones anteriores.

Ante tales datos, cualquiera con un mínimo de conocimiento se pararía a pensar por qué ningún gobierno está haciendo algo para parar esta catástrofe. Según Barnosky, un paleontólogo de la Universidad de California en Berkeley, "nuestra supervivencia depende en gran medida de los sistemas biológicos y geoquímicos que regulan el planeta". También añadió que "para que un ecosistema sea capaz de mantener el equilibrio, necesita especies, porque la diversidad asegura la resiliencia". Como ejemplo clave de ese equilibrio, el artículo expone qué ocurriría en África si no existieran los leones. Al no haber ningún depredador que amenazase la existencia de los herbívoros, estos crecerían sin control y ocasionarían importantes cambios en el paisaje. Resumiendo, ¡que se desertificaría el paisaje!

Para acallar a los escépticos, un grupo de expertos de las universidades de Stanford, Princeton y Berkeley, encabezado por Gerardo Ceballos, un investigador de la Universidad Autónoma de México, llevaron a cabo un estudio de carácter muy conservador para ver qué tipo de resultados obtenían en el mejor de los casos. La conclusión fue demoledora: de las nueve especies que deberían haber desaparecido desde 1900, lo han hecho un total de 468, es decir, que estamos ante una tasa de extinción cien veces superior a la normal. ¡Y todo eso dándole un enfoque conservador! Miedo nos debe dar qué resultados habría obtenido el mismo estudio si se hubiesen incluido a otras especies que probablemente también estén extintas.


La generación decisiva

La primatóloga Jane Goodall argumenta que "dentro de doscientos años las personas van a mirar hacia atrás, hacia este período particular de la historia, y se preguntarán a sí mismos: ¿Cómo es posible que la gente de aquel tiempo permitiera que desaparecieran todas estas criaturas tan maravillosas?" Para muchos científicos, este planeta no podrá soportar durante mucho más tiempo el desmesurado crecimiento de la población humana, que arrasa con todo a su paso en su necesidad de dejar huella por doquier. De hecho, la Sociedad Geológica Estadounidense afirma que hemos transformado la mitad del suelo disponible y que lo que queda por 'transformar' son desiertos y poco más.

Como último apunte, solo añadir que en un artículo publicado en la revista Nature se dice que si no se imponen medidas para disminuir el cambio climático desaparecerán entre un 38% y un 52% de las especies. Eso significa que somos nosotros los que tenemos el poder de sentenciar a muerte o salvar al planeta. ¿Llevará razón Stephen Hawking cuando dijo que tenemos doscientos años para abandonar la Tierra? ¿Es nuestro destino ser como unas terminas que lo destrozan todo a su paso? Eso lo dejo a criterio del lector.


Imagen de Bacole87.

Fuente: revista Muy Interesante, número 419


miércoles, 13 de abril de 2016

Los logros de la Segunda República



Sobre la historia de la tricolor ya escribí en otro post. En este caso, quiero explicar con más de detalle qué significó la etapa republicana para este país y qué tipo de reformas llevó a cabo. La segunda república duró menos de una década, pero fue un tiempo convulso lleno de cambios valientes donde la izquierda intentó mejorar el país a marchas forzadas. Viéndolo en retrospectiva, casi parece que tuvieran una mentalidad suicida. ¿No se daban cuenta de que se estaban creando demasiados enemigos?

En mi opinión, la segunda república fue derrocada por la falta tacto que tuvo la izquierda con los fascistas, los monárquicos y la derecha republicana. No supo qué hacer con ellos y se dedicó única y exclusivamente a cambiar el país lo más rápido posible. Para comenzar, el nuevo gobierno tuvo que hacer frente a una serie de problemas que el Estado llevaba arrastrando desde hacía décadas. Entre ellos, están:

  • España era un país agrario atrasado con estructuras sociales arcaicas y con una producción industrial orientada hacia el interior, cosa que no favorecía la demanda.
  • La agricultura del cereal estaba subvencionada y solo se comerciaba con la periferia. 
  • El mercado exterior estaba limitado a las exportaciones agrarias y de minerales.
  • La oligarquía española estaba compuesta por seis grandes familias que actuaban de mutuo acuerdo con los propietarios agrícolas.
  • La iglesia tenía demasiado poder dentro de la sociedad, es decir, que 'iglesia' y 'estado' eran casi lo mismo. 
  • La inestabilidad política y la falta de confianza en la república provocaron fugas de capitales al extranjero.
  • El ejército seguía teniendo una mentalidad antigua y actuaba con autoritarismo.
  • El analfabetismo era superior al 33% y el presupuesto que se destinaba no llegaba ni al 8% del Presupuesto General de Estado.
  • La maquinaria estatal no se cambió, ni siquiera el ejército y la guardia civil, detalle que causó problemas de fidelidad a la república.
  • La crisis económica mundial agravó todos los problemas anteriores y favoreció la inestabilidad política.


El bienio transformador (1931-1933). La iglesia y la alta burguesía tiemblan (de rabia e indignación)

El doce de abril de 1931 se celebraron las elecciones municipales y el triunfo de las candidaturas republicanas y de izquierdas llevaron a Alfonso XIII al exilio. La II República se proclamaría dos días después con Alcalá Zamora como presidente del gobierno provisional, al que le faltó el aire para cambiar un montón de cosas:
  • En el campo, obligaron a los patrones agrícolas a dar trabajo a los braceros locales.
  • Crearon jurados mixtos de trabajo rural, lo que posibilitó el aumento de sueldo a los agrícolas.
  • Se implantaron las ocho horas de trabajo diarias.
  • Prohibieron desahuciar a los pequeños propietarios.
  • Para combatir el elevado porcentaje de analfabetización, crearon 6.750 escuelas y dieron trabajo a 7.000 maestros, con más salario.
  • Se iniciaron misiones pedagógicas por los medios rurales para educar a la población sobre el cuidado del medio ambiente.
  • Se suprimió la obligatoriedad de la enseñanza religiosa en las escuelas, lo que provocó la ira de los católicos.
  • A los militares les dieron la opción de jurar fidelidad al nuevo régimen o de pasarse a la reserva con el sueldo íntegro.
  • Se anularon los ascensos por méritos de guerra.
¡Y todo eso lo hicieron con el gobierno provisional! ¡En apenas dos meses! En comparación, el cambio que promete Podemos casi parece conservador. Y ojo, me refiero tan solo a la aprobación de dichas reformas, no a la ejecución de las mismas. La construcción de casi 7.000 escuelas da para algo más de dos meses.

Con este panorama, cuando el 31 de junio se celebraron las elecciones constituyentes, el nuevo gobierno ya se había hecho suficientes enemigos. Ganaron los republicanos y los socialistas (PSOE, Radical-Socialistas, Acción Republicana, Partido Radical y Esquerre Republicana de Catalunya), mientras que la derecha quedaba en minoría. Como consecuencia de los resultados, Alcalá Zamora fue nombrado presidente de la República y Manuel Azaña presidente del gobierno.  

Una vez se aprobó la Constitución en diciembre de 1931, se reconocieron una serie de derechos, entre los que encontramos: 
  • El derecho al voto de la mujer 
  • La separación iglesia-estado, definiéndose así como un país sin religión oficial.
  • Las autonomías.
Manuel Azaña, perteneciente a Acción Republicana, consiguió ser presidente del gobierno gracias al apoyo de los socialistas y los nacionalistas gallegos y catalanes. No contento con las reformas que emprendió Zamora cuando encabezaba el gobierno provisional, quiso llevar a término un programa aún más ambicioso y aperturista. Sí, habéis leído bien, con la iglesia, la derecha, los fascistas, los monárquicos y una buena parte del ejército en contra quisieron echar más leña al fuego aprobando leyes que les atacaban directamente. ¿Estamos ante un ataque de valentía o de estupidez?

Del nuevo programa de izquierdas podemos destacar:
  • Reducir el número excesivo de oficiales facilitándoles la retirada o pasándoles a la reserva con buenas condiciones económicas.
  • Simplificación de la organización territorial militar y supresión de las jurisdicciones especiales.
  • Aprobación del divorcio y el matrimonio civil, lo que puso en pie de guerra a la iglesia
  • Poner en marcha la Ley de Confesiones y Congregaciones Religiosas para limitar todavía más el poder de la iglesia.
  • Aprobar el estatut de autonomía de Cataluña, estableciendo así el 'govern de la Generalitat'.
  • Hacer desaparecer los latifundios, el absentismo y proporcionar tierra suficiente a los campesinos para crear una clase media agraria que realce el mercado interno. Para ello, expropiaron a los grandes propietarios mediante indemnizaciones.


El bienio negro (1933-1936). La izquierda pierde el poder

Alcalá Zamora y Manuel Azaña llevaron a cabo muchas medidas de forma brusca y sin intentar llegar a un acuerdo con la derecha republicana. Algunas de esas medidas atacaban directamente a las clases conservadoras y a los poderes económicos, lo que provocó que empezaran a mirar con ojitos a los monárquicos y fascistas. En un principio, no pretendían acabar con la república, sino hacer caer al gobierno de izquierdas para ponerse ellos al frente. El problema de esta estrategia es que no contaban con la disciplina y la capacidad organizativa de los fascistas. En el peor de los casos, ellos tenían un líder claro al que seguirían ciegamente hasta las últimas consecuencias, los republicanos no.

Durante el gobierno de derechas se anularon algunas de las medidas que impuso el bienio renovador. Como ejemplo de ello, tenemos el retroceso que supuso su nueva ley agraria aprobada en agosto de 1935, mediante la cual desaparecían todas las posibilidades que ofrecía la reforma de 1932. Esto elevó todavía más la tensión social y puso al nuevo gobierno contra las cuerdas, pero lo que les hizo caer fueron los escándalos de corrupción. Sí, la derecha de aquella época también tenía sus chanchullitos. Nada nuevo bajo el sol.


La izquierda recupera el poder (1936-1939). Llega la Guerra Civil

La izquierda se unió bajo el nombre 'Frente Popular' y ganó las elecciones de febrero de 1936. Su programa seguía la misma línea que el anterior. Querían una amnistía general, volver a la reforma agraria de 1932, que siguiera en vigor el estatuto de Cataluña, reforma de las leyes municipales, impulso de la primera y la segunda enseñanza, etc. 

Una vez Azaña formó el gobierno, volvió a aplicar todas las leyes que fueron derogadas durante el bienio negro. De nuevo, la tensión social alcanzó un nuevo pico, pero esta vez hubo violencia y sangre. Ambos bandos no dudaron en enfrentarse sin remilgos y el caos comenzó a apoderarse del país. A partir de aquí, la izquierda comienza a dividirse según regiones para defender sus intereses más directos. Otro error fatal. 

En cuanto a la derecha, basta con decir que terminó desunida y enfrentada sin posibilidad de que llegasen a un acuerdo común con el bloque de izquierdas, detalle que aprovecharon los golpistas a su favor. Mientras que los republicanos estaban completamente desorganizados y mal repartidos a lo largo de todo el país, los fascistas eran todos uno y fueron ganando terreno como una apisonadora. Empezaron por Marruecos, seguirían por el sur de la península y, tras resistírsele Madrid, fueron a conquistar el norte. Al final, el gobierno republicano no tuvo más opción que rendirse. Estaban rodeados.