martes, 12 de julio de 2016

Podemos se deshace en su moderación




El 24 de junio publiqué un texto en una comunidad de Podemos de 'Google+'. Con ello intentaba fomentar el espíritu crítico de la formación y evitar que se formasen más hooligans de la cuenta. Sí, en Podemos también hay mucho fanboy de Pablo Iglesias que aplaude cada sílaba que suelta por los medios de comunicación, quizá porque el odio que sienten hacia el bipartito es tan grande que les quita la capacidad de razonar con un poco de imparcialidad.

Ahora no pienso exactamente igual, y eso que no hace ni un mes que publiqué la reflexión. Como en todo, yo también tengo mis límites a la hora de tragar con tanta contradicción por parte del líder de la formación morada. Siempre he pensado que a la gente hay que decirle la verdad y no andarse con triquiñuelas electorales. Si mientes al electorado sobre tus convicciones políticas debes saber que una parte del mismo se dará cuenta de la trampa.

Sin enrollarme más, os dejo con el texto en cuestión:

"Nunca he sido un militante (o inscrito) 'al uso'. Si soy de Unidos Podemos es porque considero que representan lo único decente que nos queda en política. No creo que vayan a cambiar gran cosa si llegan al poder. Es posible que Pablo Iglesias sea un segundo Zapatero en cuanto a términos de reformas si algún día llega a presidente (es decir, que solo tocará lo que la UE le permita tocar, nada de plantar cara a Merkel). En cualquier caso, si hay algo cierto es que los gobiernos del cambio han demostrado saber gestionar mejor que el bipartito, y con eso me basta.
Eso sí, últimamente me está dando vergüenza ajena observar el seguidismo ciego que habitualmente se aprecia en las comunidades de Podemos, y esto me preocupa, porque el partido de P. Iglesias se debe a la opinión y decisión de sus militantes, los cuales deben ser críticos y no ver a los partidos políticos como si fueran equipos de fútbol. Si caemos en ese error, se acabó. 
Esa alta fidelidad que se ha formado en la militancia morada tiene su origen en los constantes ataques y difamaciones que ha sufrido el partido. Unos ataques que, paradójicamente, han conseguido que mucha gente vea a Podemos como una buena opción. Después de todo, si los del PP-PSOE-C's no dejan de cebarse con ellos algo estarán haciendo bien, ¿no?

Y ojo, que no se nos olvide: ¡Los partidos solo son herramientas de usar y tirar! Y Podemos, como todo partido, también terminará desgastándose como le ha pasado al PSOE, y si no os lo creéis, tiempo al tiempo. Todo partido tiene su ciclo. 
Resumiendo, que ser críticos con nuestro partido y hacer ver sus errores es más importante que poner a parir al resto de formaciones todos los días. De nosotros depende que Unidos Podemos vaya a buen puerto, ¡y eso pasa por que sepan qué errores han cometido!".

Recuerdo que cuando lo escribí ya estaba algo crispado con los vaivenes ideológicos de Pablo Iglesias. Se podría decir que me encontraba al borde del hartazgo, mayormente porque no soporto los cambios hipócritas de discurso. No puedes llorar en los brazos de Julio Anguita y luego decir que Zapatero fue el mejor presidente de la democracia. ¿O acaso ya hemos olvidado las perlas que nos dejó ZP? Para no extenderme, solo nombraré dos: la reforma del artículo 135 y los desahucios exprés. Sí, los desahucios exprés no comenzaron con el gobierno del PP, sino con el del PSOE. Tiene bemoles que sigan llamándose a sí mismos 'socialistas'.

A modo de curiosidad, si habéis entrado en el enlace donde se ve a Pablo Iglesias alabando a ZP, fijaros en sus gestos corporales. Justo después de soltar la burrada se toca con nerviosismo la nariz. ¿Será una señal de que está diciendo algo que no se cree? A decir verdad, cada político tiene sus 'tics'. El más cómico es el de Mariano Rajoy, que cada vez que miente no puede evitar guiñar un ojo. Es, por así decirlo, como un detector de mentiras humano.

Otro cambio de discurso en el que Pablo Iglesias intenta acercarse al votante del PSOE se dio en una conferencia de hace unos días. Esta vez dijo que “nosotros aprendimos en Madrid y Valencia que las cosas se cambian desde las instituciones, esa idiotez que decíamos cuando éramos de extrema izquierda de que las cosas se cambian en la calle y no en las instituciones es mentira”. A ver si lo he entendido bien, ¿antes eran de extrema izquierda, decían idioteces y ahora no? ¿Funciona así? Creo que no hace falta ser muy sabio para darse cuenta de que si se encierran en el Congreso y no hacen política de calle terminarán como el PP y el PSOE: completamente alejados de la ciudadanía.

De nuevo, el secretario general de Podemos quiso hacer un guiño al votante socialista con la esperanza de que cambiasen su sentido del voto como por acto de encantamiento. Ya me imagino al votante del PSOE diciendo algo así: "¡Oh!, el coletas ya no es de extrema izquierda. ¡Ya me he vuelto podemita!" 


Pablo Iglesias está perdiendo a sus votantes más escorados a la izquierda

Hace ya algún tiempo que estoy oyendo ese discurso moderado, plano e inofensivo con el que pretende atraer al votante 'socialista'. Ya han quedado muy lejos esos alegatos agresivos donde decía las cosas tal y como las sentía. Y digo "tal y como las sentía" porque la pasión que le ponía entonces parecía genuina. 

Ahora, aun siendo comunista (no me trago su conversión a la socialdemocracia), escuchamos declaraciones en las que menosprecia a los suyos tachándolos de inmaduros (en una entrevista le preguntaron si era comunista y respondió que ya estaba mayor para esas cosas), y cómo no recordar la frase estrella de Errejón cuando dijo aquello de "los comunistas son una especie del pasado". ¿En serio esperaban recoger el voto de Izquierda Unida? No me sorprende que un tercio del partido de Garzón se haya abstenido. Si yo fuera comunista y escuchara este tipo de declaraciones tampoco habría votado a Unidos Podemos.

Con este panorama, aconsejaría que no le dieran la espalda a sus votantes más escorados a la izquierda, porque estoy seguro que parte de esa abstención que ha sufrido Podemos se debe a la estrategia de moderación que han tomado en campaña. Sé que es difícil intentar atraer el voto de centro y conservar a la vez el que está más a la izquierda, pero hacer declaraciones como las que he descrito no ayudan en nada. Los guiños que se están haciendo a los votantes del PSOE se conciben como torpes y artificiales, y eso hace que, lejos de atrapar algún voto, pierdan unos cuantos.

En este punto creo que deberían haber seguido la estrategia de Pedro Sánchez. El PSOE, consciente de que era muy difícil mejorar su resultado, se dedicó a intentar conservar los 90 escaños que obtuvieron el pasado 20D. Al principio podía parecer que la estrategia era equivocada (yo mismo lo creía), pero al final se ha demostrado que era la mejor táctica que podían seguir. ¿Resultado? Pese a la merma en escaños, ellos han perdido 120.606 votos y Unidos Podemos, que habían decidido abrazar amorosamente al PSOE cada vez que recibían alguna crítica por su parte, han obtenido 1.200.000 votos menos.

Ah, y que conste que nunca he abandonado la idea de que haya habido algo raro en las elecciones. Fraudes a pequeña escala ha habido, y por la noticia que ha sacado 'eldiario.es' sobre la ampliación del delito electoral por el caso de blanqueo del PP de Valencia no sería de extrañar que se hubiera dado a gran escala. En cualquier caso, todo esto no es más que una suposición.


El nuevo gobierno

Días después del 26J, leí un artículo en eldiario.es de un diputado de Podemos en el Parlamento andaluz en el que decía que lo correcto era regalarle la presidencia a Pedro Sánchez. Cuando leí su texto me vino a la cabeza el cambio cosmético que proponía Albert Rivera de hacer caer a Rajoy para que otro del PP ocupase su lugar. Es decir, ¿de qué sirve cambiar de presidente si las políticas van a ser las mismas? ¿Es que no hemos aprendido nada de la historia reciente del PSOE? A los 'socialistas' hay que forzarlos a escorarse hacia la izquierda siendo igual o superior a ellos. De lo contrario, seguirán con su política neoliberal. No sirve de nada investir a Pedro Sánchez si luego se pone de acuerdo con el PP para seguir con el austericidio.

Además, aunque Rajoy fuese finalmente investido con una abstención mínima del PSOE, se vería ante la titánica tarea de gobernar teniendo a toda la oposición en contra. En algunos temas económicos no me cabe la menor duda de que tendrían el apoyo del PSOE y de Ciudadanos, pero en otros  les tocaría aguantarse y ahogarse en su impotencia. Tampoco dudo de que veríamos a un PSOE errático al que le gustaría esconder la cabeza como los avestruces a la hora de ponerse de acuerdo con Rajoy para aprobar ciertas medidas, pero ese arrinconamiento se lo han buscado ellos solitos.


¿Qué debe hacer Unidos Podemos?

En lugar de soltaros el rollo, os voy a dejar la entrevista que le hizo Fernando Berlín a Juan Carlos Monedero en 'La Cafetera'. Quizá os parezca que 23 minutos sea demasiado tiempo, pero os aseguro que vale la pena. Por si no aguantáis tanto, resalto la parte que me ha parecido importante:

"Durante la campaña electoral yo creo que ha habido una decisión errónea de hacer un discurso hueco. Planteé después del debate a cuatro que Pablo me había parecido un león enjaulado, y cuando hay un discurso del miedo como el que ha habido tú no ganas a nadie para tu ejército diciendo simplemente que vas a ser un buen chico. Y además haciendo un discurso... como...blando".