viernes, 28 de febrero de 2014

Las ventajas de llevar un diario personal


Si hay algo que siempre he dicho es que la vida merece ser recordada. Esos apuntes tomados de forma improvisada en un diario pueden suponer una fuente inestimable de inspiración. Una fuente donde lo que importa no es cómo lo cuentes, sino dejar constancia de que lo has vivido.

Personalmente, a mí siempre me hubiera gustado que algún antepasado se molestara en escribir su día a día. Leer el diario de tu tatarabuelo y saber cómo era y qué es lo que pensaba no debe tener precio. Sería lo más parecido a hacer un viaje en el tiempo trasladándote a otra época desde la visión de un ciudadano común y no de un reputado escritor. A veces, la realidad más palpable se encuentra precisamente en esas viejas páginas escritas por manos inexpertas. No existe guión ni estructura, tan solo espontaneidad.

Aquel que me esté leyendo tendrá a estas alturas varias preguntas en mente: ¿Sobre qué demonios escribo?, ¿qué ventajas conlleva y por qué debo hacerlo?. La respuesta es bien sencilla.

Una de las ventajas de escribir en un diario es que, al obligarte a plasmar lo que piensas sobre el papel, ordenas ese revoltijo de ideas que tienes en la cabeza. Es realmente asombroso cómo acabas dándote cuenta de que andabas equivocado en diversas cuestiones que creías intocables. El requisito indispensable para defender una postura es saber argumentar las razones por las que crees que llevas razón, y cuando empiezan a pasar los minutos sin saber qué poner te das cuenta de que algo falla. Algo enervante pero beneficioso a la vez.

Otra cosa que hemos de tener en cuenta es que no escribimos con afán de publicarlo en un libro ni nada por el estilo. Se trata de una tarea que desempeñas por propia voluntad, así que no te compliques ni te esfuerces en que esté perfecto. Mientras mantengas cierta asiduidad y te marques (más o menos) cada cuánto escribirás es suficiente.

A medida que pase el tiempo esos cuadernos terminarán siendo para ti de lo más valiosos. Recordar ciertos momentos de tu vida y redescubrir pequeños detalles que la mente borra te dejará muchas veces con sensación de sorpresa. En más de una ocasión te sorprenderás de haber escrito tal o cual cosa o de que hace X años pensaras de esa manera. Después de todo, nuestra mente evoluciona de forma constante.

domingo, 23 de febrero de 2014

Walt Disney, ¿criogenizado?.

Walt Disney en 1935
Una de las leyendas urbanas más extendidas es que Walt Disney, el famoso productor, director, guionista y animador estadounidense, fue criogenizado tras su muerte. Para sorpresa incomprensible de muchos una cantidad ingente de personas sigue creyendo que realmente se lo "congeló" a petición suya con la esperanza de poder revivirlo cuando la tecnología lo permitiese, pero por desgracia la verdad es algo más normal y menos pintoresca.

En los últimos meses de 1966 a Disney se le diagnosticó cáncer de pulmón a causa de su empedernida afición al tabaco. Como consecuencia dejó de trabajar en el desarrollo de Disneyworld, que alcanzaría un éxito que no llegó a ver. Lamentablemente, tras pasar un estudio médico sufrió un paro cardiorrespiartorio y falleció a los 65 años de edad. Era el 15 de diciembre de 1966.

Después de esto es cuando empezaron las especulaciones, ya que según la leyenda popular Walt quiso que lo criogenizaran vivo por las razones anteriormente expuestas. Sin embargo, lo que ocurrió en realidad fue que lo incineraron el 17 de diciembre en el Forest Lawn Cementery de Glendale, California. Posteriormente, su hermano Roy llevaría a cabo el prometedor proyecto del parque de atracciones insistiendo en que se llamase  Walt Disney World en honor a su hermano.

Es sorprendente cómo este tipo de bulas cuya falsedad es fácilmente comprobable adquieren tanta notoriedad, ¿cierto?.

jueves, 20 de febrero de 2014

Los cráneos de Paracas, ¿un misterio?


Si hay una cosa que me cabrea enormemente es que no se informe como es debido de las cosas. Se escoge la información con pinzas de una web cualquiera sin contrastarla y, como lo que importa es crear sensacionalismo y obtener más visitas, acaban haciendo una montaña de un grano de arena. Es la eterna hipocresía del conspiranoico por excelencia, que dice ser el informador sobre lo que pasa en el mundo pero no se molesta en averiguar, de forma fiable y concreta, si lo que suelta es verídico o no.

El caso que nos atañe en esta ocasión es el de los cráneos alargados de Paracas,  cuya antigüedad se remonta a miles de años. La peculiaridad que presentan es su forma anormalmente alargada. En un principio se relacionó con la "Cultura Paraca", la cual practicaba el alargamiento del cráneo como un símbolo de superioridad. Quizá para imitar lo que ellos creían que era la forma divina, pero como de esta curiosa cultura se sabe muy poco, las razones exactas, su historia, sus leyendas y, lo que no es menos importante, sus aspiraciones espirituales jamás llegarán a conocerse del todo. Una verdadera lástima en mi opinión.

La polémica que crearon estos cráneos es que, según se comprobó, algunos de ellos pesaban un 60% más de lo debido y su cavidad craneal excedía en un 25% a los normales. Esto quiere decir que, por mucho que se alargue el cráneo de una persona, su capacidad de "almacenaje" siempre será la misma. Sin embargo, éstos podían albergar más de lo que debían y es aquí donde reside el origen de tanto levantamiento de polvareda y escándalo.

En lugar de decir que son unos extraterrestres que bajaron hace miles de años para enseñarnos su tecnología y barbaridades varias me voy a remitir estrictamente a los hechos:

En las pruebas de ADN que se han conseguido realizar hace relativamente poco se ha descubierto que, contrariamente de lo que se creía, su ADN mitocondrial tiene mutaciones desconocidas para cualquier ser humano, primate o animal conocido actualmente. Estamos hablando de mutaciones, no de que son una especie completamente distinta. Me parece importante recalcar esto último porque la gente se sube de inmediato por las ramas y empieza a dejar volar su imaginación sin mesura. Lo único que se ha descubierto es que la mutación que posee ese ADN jamás se había conocido hasta hoy, cosa no tan extraña puesto que cada poco tiempo se van encontrando enfermedades nuevas, cada cual más rara y extraña que la anterior. Para vuestra información, las enfermedades que se dan en nuestro cuerpo se deben a mutaciones, así como los dichosos granos que te salen en la cara, que también se deben a esto último. Obviamente, las mutaciones que presentan estos cráneos se encuentran en una escala notablemente superior, pero eso no quiere decir que sean seres provenientes de otros planetas.

Probablemente este post acabará siendo uno más de los casi incontables que se han subido sobre este tema. No obstante, considero de vital importancia informar sobre este tipo de cuestiones desde la lógica y la coherencia. No ayuda a nadie empezar a especular sobre su posible origen alienígena, y más en los tiempos que corren actualmente.

miércoles, 12 de febrero de 2014

Nicolás II, el zar incompetente.

Nicolás II

Nicolás II pasó a la historia como el zar incompetente y torpe que se cargó más de 300 años de historia de la monarquía rusa. Desde bien pequeño demostró tener un carácter tímido y más inclinado hacia la vida doméstica. Era muy buen estudiante, sabía hablar francés, alemán y su inglés estaba tan perfeccionado que podía pasar perfectamente por un nativo de Inglaterra. También se le daban bien las prácticas de tiro, hacía uso de varios deportes y bailaba de forma envidiable. Era, en un principio, todo lo que un zarévich debía ser, pero al heredero del trono le faltaba algo que, a mi modo de ver, adquiría mayor importancia que todo lo citado anteriormente: capacidad de liderazgo.

El talón de Aquiles de este hombre era su falta de personalidad y, lo que no es menos desdeñable, su inseguridad. Era una persona que gustaba de la vida familiar y  aborrecía  las arduas tareas de gobierno. Disfrutaba con la pompa de los largos y protocolarios desfiles del ejército, pero siempre desde la distancia. Todas estas características terminaban formando un cuadro de alguien no muy apto para gobernar, y si a esto le sumamos su falta de preparación en cuanto a este complicado arte se refiere, el tenebroso cóctel comienza ya a tomar tintes preocupantes.


Alejandro II, apodado "el libertador".
Muy poca gente tiene en cuenta que su abuelo, Alejandro II, estuvo a punto de cambiar la historia de Rusia para siempre. Este monarca era de carácter progresista, y como tal era partidario de crear un parlamento electo o, como mejor se le conoce, duma. De esta manera se aseguraba una mayor estabilidad en el país, donde las leyes y decisiones debían tomarse por medio del diálogo y el consenso y no a golpe de vara sin prever las consecuencias. Esto implicaba establecer una constitución y ceder la mayor parte de su poder al gobierno en cuestión, reservándose el derecho de actuar como árbitro en situaciones críticas o de emergencia. También disolvió el sistema de la servidumbre, lo que le haría ganar el sobrenombre de “Alejandro  el libertador”. Lamentablemente, y tras varios intentos fallidos, fue finalmente asesinado pocas semanas antes de que llevara a cabo su revolucionario plan de instaurar una monarquía constitucional.

A simple vista, todo esto puede sonar bastante extraño, ¿verdad?. Sobre todo si tenemos en cuenta que su hijo, Alejandro III, poseía una personalidad de lo más conservadora y tradicionalista. Tras su muerte, en lugar de seguir los progresistas pasos de su padre decidió volver al viejo sistema autocrático y detentar el poder absoluto que, según él creía, se lo había dado la gracia de dios. Obvió los irreversibles cambios que estaban comenzando a producirse en la sociedad (y que Alejandro II advirtió) y se obcecó en no perder unos derechos de naturaleza supuestamente divina. Ese fue, para desgracia de todo el pueblo ruso, un gran error.  

Nicolás II se crió bajo la sombra de estos ideales totalitaristas y, cuando Alejandro III murió por nefritis el 1 de noviembre de 1894, el joven zarévich se vio ante la obligación de detentar un cargo para el que no se sentía preparado. De hecho, él mismo confesó que no quería ser zar por su falta de preparación y carencia de formación en el ámbito político. Si hubiera tenido la opción de elegir estoy muy seguro que le habría cedido el trono a algún primo cercano con el fin de poder llevar una vida con menos preocupaciones. El que su padre fuera zar durante un periodo de tiempo tan corto fue una sorpresa para todos.

Al proclamarse finalmente zar de todas las Rusias, Nicolás II decidió simplemente seguir los mismos pasos de su padre creyendo, de este modo, que hacía bien. Hizo caso omiso a los incipientes movimientos revolucionarios que, cada vez con más frecuencia, tomaban las calles para quejarse de la falta de trabajo y alimentos. Cometió el mismo error que su progenitor, pero en esta ocasión fue él quien lo pagó con creces.

Las cuatro duquesas. María, Tatiana, Anastasia y Olga
Poco después de su coronación se casó con Alejandra Fiódorovna Románova, con la que tuvo posteriormente 5 hijos, cuatro de las cuales fueron mujeres. La belleza que poseían las hijas, en especial las dos mayores, Olga y Tatiana, encandiló a no pocos soldados. Tanto es así que muchos de ellos llevaban una fotografía suya con su firma cuando se iban a la guerra. Según ellos, para que le “dieran fuerza”.

A pesar de todo, los infortunios no tardaron en hacer su aparición. El primero de ellos fue el mismo día de su coronación, donde a causa del excesivo número de personas que se agolpaban para recibir la tradicional comida murieron más de 1.400 personas. Para acabar de rematar la cosa, el zar decidió seguir con la festividad como si no pasara nada, algo que el pueblo jamás le perdonó.

El popularmente llamado "Domingo Sangriento" fue otro duro golpe que terminó siendo uno de los clavos que cerraría su ataúd. El crudo suceso ocurrió durante una pacífica manifestación del pueblo obrero en 1905. En apariencia todo parecía normal, la gente se manifestaba sin crear grandes altercados y se reunieron frente a las puertas del palacio de invierno. No obstante, por orden expresa del ministro del interior Sviatopolk-Mirski dispararon a la enorme masa provocando un total de 92 muertos. Nuestro ignorante zar, cómo no, quedó horrorizado ante tal metedura de pata preguntándose porqué habían tomado esa radical decisión sin su consentimiento.

Ese mismo año fue aconsejado para que creara la famosa duma que su abuelo planeaba establecer antes de morir, pero como siempre lo hizo tarde y mal. La instauró en 1906 esperando que la situación del país se "relajara" ante esa señal de "diálogo". Luego, poco tiempo después la disolvió tras advertir que sus integrantes confabulaban para ponerle coto a su poder. Esto se repetiría hasta cuatro veces, y en todas ellas acabó anulándose.

Si a todos los problemas mencionados le sumamos la enorme inestabilidad que ocasionó el "monje" Rasputín, la catastrófica guerra contra Alemania y la ya pasada, pero no por ello menos punzante, mala experiencia que tuvieron con Japón, los ingredientes para un final horrendo estaban bien servidos. Lo único que se necesitaba para que estallara la revolución era una chispa, y las constantes batallas perdidas contra Alemania, en conjunto con las fatales intervenciones políticas de su esposa, se la proporcionaron.

Nicolás II, incapaz de controlar la situación, se vio obligado a abdicar y dejar que se estableciera el gobierno provisional de Kérenski. Mientras éste último logró mantenerse en el poder su vida transcurrió tranquilamente hallándose recluido con su familia en Tsárskoye Seló, pero cuando los bolcheviques sustituyeron a Kérenski se trasladaron a Tobolsk y las tornas cambiaron. El trato respetuoso que habían recibido hasta entonces se esfumó de un plumazo.

Finalmente, y tras varios meses encarcelados en la Casa Ipátiev, la noche del 17 de julio de 1918 fueron fusilados en el sótano haciéndolos bajar con la excusa de que se iban a trasladar. La razón que arguyeron fue que el ejército blanco les pisaba los talones y que no podían garantizar su seguridad. Lo del ejército blanco era cierto, aunque no lo del traslado. Por orden expresa del gobierno comunista murieron a balazos y bayonetazos.

miércoles, 5 de febrero de 2014

El vuelo 19, ¿un misterio?

TBM Avengers volando en formación

El vuelo 19 fue, sin duda, el caso más representativo y famoso del Triángulo de las Bermudas.  Es el que mejor representa la peligrosidad que puede llegar a abarcar esa área geográfica de 1,1 millones de km cuadrados, pero…  ¿realmente hay tanto misterio detrás?.

Uno de los problemas más frecuentes que nos encontramos es que una vez un lugar adquiere mala fama cada desaparición o incidente que se da en él tiende a exagerarse. Podemos atribuirlo a la naturaleza humana, a esa manía de querer ver constantemente sombras donde no las hay. Son aguas peligrosas donde se dan tormentas de forma habitual, sí, pero de ahí a llegar a afirmar barbaridades como que la Atlántida se encuentra sumergida justo debajo o que son los extraterrestres los que, con toda la malicia del mundo, secuestran a humanos para experimentar con ellos es, por decirlo de una forma suave, absurdo e incoherente. ¿De verdad necesitamos todo ese derroche de imaginación para explicar estas desapariciones?. Yo creo que no.

Con el paso del tiempo se han escrito muchos libros sensacionalistas sobre el tema para crear expectación y cubrir con un falso velo de misterio al suceso, y la verdad es que no los culpo. Como escritores que se ganan la vida con sus libros necesitan crear ese ambiente de intriga, pero la desventaja que conlleva es que los lectores terminan formándose una idea errónea de cómo pasó, lo que alarga de forma indefinida la falsa creencia de que existe algo sobrenatural en el susodicho triángulo. Si lo pensamos bien, acaba siendo el equivalente a la típica rueda que no puede parar de girar porque siempre hay alguien que la empuja detrás.

La desaparición de los cinco bombarderos TBM Avenger se dio el 5 de diciembre de 1945 durante un vuelo de entrenamiento tras salir de Fort Lauderdale, Florida. Según el mito popular su desaparición tuvo lugar tras informar de varios efectos visuales extraños, cosa que no es acertada del todo. Además, también se ha dicho que los 5 aviones debían haber sido avistados puesto que el incidente había tenido lugar en un cielo despejado y la marea tranquila. Esto, sumándole el hecho de que el avión de búsqueda que fue a encontrarlos también desapareció, aumentó las especulaciones de forma asombrosa. Lo del  cielo despejado y el mar en calma, para variar, no es cierto. Al menos no en su totalidad.

Cuando se hizo la última retransmisión de radio del vuelo 19 ya estaba comenzando un tiempo tormentoso. El único que tenía experiencia de vuelo era el teniente Charles Carroll Taylor, aunque también es cierto que no tenía mucho conocimiento de esa área en particular. Las retransmisiones que se produjeron revelaron a un Taylor inseguro, completamente perdido y desorientado, lo que queda muy lejos de la imagen segura y confiada que se nos quiso hacer creer. En este punto, contrariamente de lo que dicta la creencia popular, no se tiene constancia de que todas las brújulas de los pilotos fallaran o se volvieran locas. Las conversaciones de Taylor con los otros pilotos nunca han indicado tal cosa.

Otro punto a tener en cuenta es que los Avenger nunca fueron diseñados para flotar en el agua en caso de que se necesitara realizar un aterrizaje forzoso. La experiencia en combate demostró que estos aviones se hunden rápidamente una vez impactan con el agua haya marea o no, así que ya tenemos otro mito desmontado. En la realidad, lo que ocurrió es que el teniente se desorientó y llevó a los otros cuatro pilotos a mar abierto, donde se les acabó el combustible y se estrellaron contra el mar. No hay más.

Al final, el único misterio que hay aquí es el lugar donde se encuentran los cinco TBM Avenger. Algo no tan extraño si consideramos las corrientes marinas que se dan en esa zona en particular.