miércoles, 8 de julio de 2015

El drama ideológico del PSOE


Hace ya algún tiempo que quería escribir sobre el PSOE y lo que llegó a ser en su día. Sé que al lector habitual le extrañará que sienta algún interés por la historia de uno de los partidos que conforman "la casta", pero resulta que el PSOE de ahora no tiene nada que ver con el PSOE de finales del siglo XIX o principios del XX. Se trata de un partido originariamente de izquierdas que con los años ha ido a peor. En su época significó el inicio del socialismo en España, una etapa de constante lucha por los derechos sociales y un motivo de orgullo para la clase obrera. En la actualidad...bueno, digamos que ha perdido su "esencia".

Un partido que fue marxista, como su fundador.

Pablo Iglesias, fundador
 del PSOE y UGT
-Wikimedia Commons-
Fundado el 2 de mayo de 1879 por Pablo Iglesias Posse, el PSOE es el segundo partido obrero más antiguo de Europa, solo superado por el Partido Socialdemócrata de Alemania. Por aquella época su ideología distaba mucho del centroizquierdismo de la actualidad, ya que en un principio su objetivo fue aglomerar a todas las personas de ideología marxista. Sí, habéis leído bien, el PSOE fue en su día un partido marxista muy implicado con la clase obrera y los derechos laborales. Quién lo iba a decir, ¿verdad?

Su fundador, considerado como el padre del socialismo en España, fue un marxista convencido que no creía en los centros. En su infancia se enfrentó a la precariedad más absoluta tras la muerte de su padre, hecho que los obligó a migrar a Madrid con la esperanza de que los acogiera su tío, que trabajaba en la ciudad. Lamentablemente, al llegar a su destino se encontraron con que este había fallecido y se vieron obligados a instalarse en una buhardilla de la calle de la Morería. Un año después, Pablo fue internado en el Real Hospicio de San Fernando, lugar donde aprendió el oficio de tipógrafo y del que heredaría una mala salud intermitente por las duras condiciones que sufrió en la infancia.

Como el hospicio antes mencionado llevaba una revista, Pablo Iglesias estaba sujeto a un horario muy medido cuyo incumplimiento se castigaba con severidad. Este detalle terminó siendo clave en su formación como líder obrero, ya que en la navidad de 1862 el joven se escapó para ver a su madre, que seguía viviendo en la buhardilla de la Morería. Apenas un año después del suceso, Pablo abandonó el hospicio al considerar que ya había adquirido los conocimientos suficientes para mantener a su familia, y con esa idea terminó sus estudios de tipografía mientras asistía a clases nocturnas de francés pagadas de su propio bolsillo.

Lo que sigue a continuación es una precaria vida como aprendiz de tipógrafo con la que apenas podía alimentar a su familia. Vivió tiempos difíciles, aunque fue precisamente en aquella época cuando se formaron sus pensamientos marxistas. Y no, el marxismo no es lo mismo que el comunismo. El marxismo son las doctrinas de Marx, es decir, que él se identificaba con los principios que difundía Karl Marx.

Esto que acabáis de leer es una biografía muy apretada e incompleta de los primeros años de su fundador. He considerado importante adentrarme un poco en su historia porque para comprender al PSOE más primitivo era preciso saber algo de la vida de Pablo Iglesias, sobre todo de su infancia, que es la etapa en la que se formó su carácter y su posterior forma de pensar.

La escisión del PSOE y el nacimiento del PCE

En febrero de 1917 los rusos se alzaron contra el régimen zarista y se instauró la RSFSR (en 1922 pasaría a llamarse la URSS), y con ello surgió un fuerte debate dentro del PSOE sobre qué línea ideológica debían seguir. La sección más radical quería adherirse al Komintern (una organización comunista internacional), pero la parte más moderada no estaba dispuesta a permitirlo. Al final, el partido se rompió y los partidarios de unirse al Komintern fundaron el PCE (Partido Comunista de España).

Más tarde llegaría su incomprensible colaboración con la dictadura de Primo de Rivera (1923-1931) y la entrada a la Segunda República (1931-1939), época en la que el PSOE era el partido más extendido y mejor organizado del país. El resto ya es de sobra conocido por todos.

Cacao ideológico

Hoy en día estamos muy acostumbrados al confuso centrismo que reina en el PSOE. Ya no nos extraña que un partido de origen marxista apoye a la Corona o que reforme el artículo 135 de la Constitución sin hacer antes un referéndum. Y sí, ya lo sé, el PSOE abandonó el marxismo en 1979 para alejarse de la órbita comunista y dar apariencia de "sensatez". Fue, sin duda alguna, un golpe de efecto que lo catapultó al éxito electoral sacrificando con ello la poca ideología que le quedaba.

Aquí creo importante hacer un inciso. Un partido, por muy de izquierdas que sea, debe aceptar a la monarquía para ser legalizado. Creo que esto es de sentido común, ¿no? Has de aceptar las reglas del juego para entrar en el tablero y luchar por lo que crees justo, otra cosa es lo que pienses realmente. El PCE no dejó de ser comunista cuando se vio obligado a ceder y aceptar a la monarquía, así que si el PSOE renunció a todo rastro de ideología fue por su propia cuenta (y conveniencia).

A mi juicio, el problema de identidad que sufre el PSOE comenzó con la claudicación de sus principios marxistas en 1979. Teniendo en cuenta que llegó a ser más radical que Podemos, cuando renunció a su esencia más pura y se declaró de "centroizquierda" el verdadero PSOE murió. Y ojo, soy de los que piensan que es un error encajonarse en viejas ideas si ves que no van a llevarte a ninguna parte, pero el viaje al centro que sufrió el PSOE no se debió a eso. En el periodo de la transición los radicalismos ya no vendían, y aunque el PCE fue el partido que más luchó contra el franquismo, la gente no lo quiso por su radicalismo ideológico.

¿Es el PSOE un proyecto agotado?

Es cierto que electoralmente dista mucho de estar agotado. Continúa teniendo una buena parte del apoyo popular y cuenta con un sistema electoral que favorece al bipartidismo. Un bipartidismo que, en teoría, "impide" que nos balanceemos peligrosamente entre la derecha y la izquierda más radical (la mal llamada "estabilidad"). Ahora bien, ¿estabilidad para quién? ¿No será todo un cuento de viejas? ¿Es que el PP no ha demostrado ser de la derecha más radical durante los últimos cuatro años? ¿Y el PSOE? ¿No ha apoyado al PP cuando le ha convenido?

Si alguien revisa las acciones que ha tomado el PSOE cuando ha gobernado, una pregunta le vendrá a la cabeza con martilleante insistencia: ¿Dónde está su socialismo? Y es que es para llevarse las manos a la cabeza, porque Rajoy se ha lucido tanto (nótese la ironía) que ha hecho bueno a Zapatero, que ya es decir.

Para que os hagáis una idea, os dejaré algunos de sus recortes:

- Congelación de las pensiones.
- Reducción del gasto en sanidad en un 8,2% en los PGE de 2011 con relación a 2010.
- Recorte de gastos en educación: 8,1%
- Recorte de las prestaciones por incapacidad temporal: -4,9%
- Recorte del gasto en las políticas de Promoción Social (igualdad, violencia de género, juventud):-8,8%
- Reducción del gasto en protección de desempleo del 1,6%
- La pérdida del derecho a la retroactividad para las prestaciones de la Ley de Dependencia.

A todo eso le deberíamos sumar la reforma del artículo 135 antes mencionada (con el apoyo del PP y sin preguntar siquiera a la población o al resto de partidos), negar la crisis, su nefasto control del déficit, ver brotes verdes por todas partes, etc. En fin, que sí, un presi muy bueno y moderno.

A su favor se podría decir que aprobó la ley de matrimonio homosexual y que RTVE fue un medio más independiente durante su legislatura. Son pequeños detalles, gestos que han marcado un antes y un después pero que no dejan de ser oportunistas. Izquierda Unida ya propuso que se regulara el matrimonio homosexual mucho antes que Zapatero. ¿Por qué no se le hizo caso entonces?


@BeatrizTalegon
La última polémica la ha generado Beatriz Talegón, la ex secretaria general de UIJS, al abandonar el partido soltando unas cuantas verdades que, seguramente, algunos de sus integrantes no podrán negar. Como el PSOE no se atrevió a apoyar abiertamente el referéndum griego y mantuvo una actitud neutral muy calculada, Talegón ha cargado contra el partido de Pedro Sánchez diciendo que "el PSOE no es socialista, no es obrero y, desde luego, no cree en la construcción de una Europa social y basada en la justicia y en la dignidad de la ciudadanía".

Me atrevo a suponer que la falta de apoyo al referéndum de Tsipras habrá sido la gota que colmó el vaso. Beatriz ya dio que hablar en la Internacional Socialista de 2013 cuando criticó el excesivo lujo del que hacían gala los "socialistas". Les preguntó, entre otras cosas, cómo pretendían "promover la revolución desde un hotel de cinco estrellas en Cascais y llegando en coches de lujo". Fue muy criticada por esos comentarios pese a llevar razón, quizá porque les tocó la fibra sensible.

Con todo ello, el PSOE sigue siendo un partido fuerte al que le quedan unas cuantas décadas antes de desaparecer. Personalmente, creo es un error que los partidos políticos se eternicen. Cada partido juega un papel esencial y es útil en una época determinada. Más allá de esa época se convierten en un obstáculo que los nuevos partidos se ven obligados a sortear para seguir adelante. El PSOE que existe en la actualidad es apenas la sombra de lo que llegó a ser en el pasado.

Imagen de cabecera: Pezibear

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