sábado, 29 de agosto de 2020

Mi actual aversión hacia los políticos

He de admitirlo: los políticos me asquean. Me repugna que lo midan todo con los votos que puedan ganar o perder y me echa mucho para atrás esa obsesión que tienen por el tan manido qué hay de lo mío. El otro día, mientras estaba desayunando, escuchaba por la tele cómo cada partido se metía en su trinchera y ponía líneas rojas por doquier con el tema de los presupuestos, y mientras escuchaba esto no podía evitar preguntarme qué más tiene que pasar para que les preocupe algo su país. Es decir, ¿de verdad les da todo igual? ¿No son capaces de darse cuenta de que ante la crisis económica que viene y ante la pandemia que estamos viviendo da igual quién tenga que ceder para conseguir algo tan básico como unos Presupuestos Generales del Estado? Si te soy sincero, cuando veo toda esta desidia e inoperancia política llego a plantearme la utilidad real de este sistema de partidos en tiempos difíciles. Incluso llego a poner en duda si lo que hoy entendemos como democracia es el mejor sistema.

Si les tuviese que dar un consejo, les diría que se pusiesen las pilas para que a la gente no le diese tiempo a preguntarse qué ganan con tanto político inútil incapaz de bajarse de su pedestal y llegar a algún acuerdo. A estas alturas, desconozco el número exacto de políticos y asesores que tendremos en España chupando del erario público, pero sea el número que sea estoy convencido de que con la mitad funcionaríamos igual o incluso mejor. De hecho, desde hace tiempo mi aversión hacia esos individuos que se supone que deben servir a la ciudadanía (y que solo se sirven a ellos mismos) no ha hecho más que crecer, y parece que poco a poco me voy convenciendo de que no ando muy equivocado. De lo contrario, ¿cómo se explica que sigamos con los presupuestos de Montoro?

P.D. Tirando de memoria, estoy seguro de que el PSOE y UP criticaron en su día a Montoro por considerar a esos presupuestos como algo devastador para la clase media trabajadora o cualquier chorrada similar. ¿A que tiene gracia que sigamos con los mismos dos años después? 

Imagen: Pixabay.

No hay comentarios:

Publicar un comentario