domingo, 7 de septiembre de 2014

La Torre de Pisa, un edificio icónico que parecía destinado al derrumbe.

«Lightmatter pisa». Creative Commons
 Attribution 1.0 vía Wikimedia Commons- 
La Torre de Pisa, construida en la región de la Toscana, siempre ha despertado curiosidad por su belleza arquitectónica y peculiar inclinación. Un edificio construido en la edad media con un diseño romántico toscano influenciado por la arquitectura bizantina. Se le considera el monumento representativo por excelencia de la arquitectura romántica italiana, honor que muchos de los que participaron en su construcción jamás hubieran imaginado por los constantes peligros de derrumbe que fue sufriendo desde sus inicios.

La primera planta comenzó a edificarse el 8 de agosto de 1173 durante un periodo de éxito militar y prosperidad. En un principio todo marchó según lo previsto y la base de la torre parecía estable, pero en el momento que erigieron la tercera planta (año 1178) ésta se inclinó 3 metros hacia el norte. La razón era evidente: unos cimientos débiles propiciados por un pésimo e imperfecto diseño por parte del arquitecto. La identidad de éste ha sido objeto de múltiples controversias, tanto que aún hoy en día se tienen serias dudas sobre quién es el autor.

Lo más curioso de todo es, quizá, que el hecho de que no se derrumbara fue más causa del azar que de la técnica. Una vez concluida la tercera planta y descubierto el desastre se vieron obligados a aplazar el proyecto durante todo un siglo debido a las guerras entre los pisanos y estados vecinos. Tan larga extensión de inactividad permitió al suelo "asentarse" y "fijar" la torre, gracias a lo cual pudieron meterle cuatro plantas más en 1272 sin miedo a que se desplomara. Obviamente, sin la guerra antes mencionada y su correspondiente aplazamiento la torre habría caído sin remedio por culpa de un suelo todavía inestable.

En 1372 se logró construir la última planta (el campanario) con un estilo gótico que combina perfectamente con el estilo romántico del resto de la torre. Desgraciadamente, a partir de entonces su inclinación se reanudó, esta vez hacia el sur. Tal situación se fue alargando hasta que en 1964 el gobierno italiano pidió ayuda porque la torre estaba a punto de ceder. Tras dos décadas de trabajo por parte de varios matemáticos, ingenieros e historiadores el monumento fue cerrado al público en enero de 1990 para reforzar sus cimientos, trabajo que les llevó hasta el 15 de diciembre de 2001.

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