viernes, 3 de julio de 2020

Artemis Fowl, la película

Como no puedo añadir una imagen de la película, pongo ésta.
Hace un rato he visto la película de Artemis Fowl y he confirmado lo que ya me temí cuando vi el tráiler: han dejado a la serie de libros a la altura del betún. Como no tengo ganas de que este post se haga demasiado extenso, voy a obviar el inexplicable aspecto de algunos personajes e iré directamente al grano. En los libros, Artemis es un chico de 12 años proveniente de una conocida familia de criminales que poco a poco ha ido dirigiendo sus negocios hacia cauces más legales. Nuestro protagonista, que siempre gusta de vestir trajes caros, calzar mocasines y comer caviar, es un genio criminal que a su corta edad ya tiene un largo historial delictivo, pero por alguna razón que se me escapa el Artemis de la película es un chico asustadizo y de buen corazón que se ablanda a la mínima.

Su aspecto también difiere bastante, ya que originalmente se lo describe como un chico de rasgos afilados, piel muy pálida y ojos azules. En conjunto, los que lo vieran se darían cuenta de que no debía salir mucho, porque su piel casi parecía que estuviera desteñida tras pasar tantas horas delante del ordenador. Tampoco tenía una moral muy clara y sus escrúpulos eran más bien escasos, sobre todo porque en el primer libro pretende salvar a su padre de la mafia rusa a costa del oro de las criaturas mágicas. En el proceso, secuestra a una elfa  a la que llega a torturar psicológicamente, destroza la mansión de su familia y pone en serio peligro la vida de su madre y la de sus guardaespaldas Mayordomo y Juliet, pero finalmente lo consigue y logra hacerse con un gran número de lingotes de oro. Posteriormente, la elfa secuestrada, que había logrado hacerse un hueco en la PES (la policía mágica) tras mucho esfuerzo, es prácticamente desterrada por haber cometido el error de dejarse atrapar.

En los libros posteriores, nuestro maquiavélico personaje se reforma poco a poco gracias a la amistad que termina entablando con la elfa a la que secuestró, pero esa es otra historia. En la película, todo transcurre de una forma diferente y nuestro blandito Artemis cinematográfico se hace amigo de la elfa a la primera de cambio, y al contrario que en los libros es su padre quien conoce la existencia de los seres mágicos, no él. Y ojo, este detalle no me molestaría si el protagonista no fuera una copia barata y buenista del Artemis Fowl original, que aunque fuera un criminal frío y calculador tenía un fondo bueno muy escondido en su interior.

Al final, he llegado a la conclusión de que Disney destroza todo lo que toca. Suele tener la caprichosa manía de convertir buenas historias en bodrios infantiles tomando al espectador por idiota con todas esas tonterías de la inclusividad, la completa ausencia de sangre y los guiones facilones sin trampa ni cartón. De hecho, antes incluso de que tuviera noticias de que iban a hacer una película ya dudaba que fuera a ser un éxito en el caso de que algún estudio la llevara a cabo, ya que en este caso creo que habría sido más acertado hacer una película animada o una serie de dibujos de pocos capítulos.

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