viernes, 1 de mayo de 2020

Periodo de confinamiento (IX)

Mientras estoy haciéndome el café y escuchando el 'Facciamo finta che' que siempre pone Alsina en sus monólogos, me quedo pensando en si la desescalada que va a emprender el gobierno viene demasiado pronto. Por un lado, entiendo que la crisis económica que viene es un tema que preocupa cada vez más, pero estamos en un punto tan delicado de la curva en la que precipitarse  puede ser contraproducente.

Tras terminarme el café, enciendo un rato la tele y me bastan unos pocos minutos para escuchar todas esas expresiones y eufemismos que el gobierno se ha empeñado en usar desde el primer día. Cada vez que escucho 'desescalada' o la estupidez esa de 'la nueva normalidad' no puedo evitar poner los ojos en blanco, ya que en el primer caso basta con emplear términos que existan en la RAE como disminuir, reducir o rebajar. ¿Es que la lengua española no es lo suficientemente rica como para evitar hacer el ridículo con palabras inventadas?

Luego está aquello de 'la nueva normalidad', que se refiere obviamente a que nada va a ser normal hasta dentro de un año o hasta que saquen la esperada vacuna. Por lo general, nuestros políticos siempre han sido muy aficionados al uso alternativo del lenguaje para evitar decir las palabras malditas. Quizá, desde la lejanía de su púlpito puedan llegar a creer que por decir unas palabras más suaves la gente se va a tomar mejor esas malas noticias que muchas veces camuflan de normalidad. No sé cómo afectará a los demás este tipo de gilipolleces, pero creo que muchos hemos aprendido a leer entre líneas y a fijarnos más en lo que no dicen que en lo que nos cuentan. Porque a menudo la información valiosa reside en aquellas cuestiones que evitan como la peste.

Otra cosa que me viene la mente es la precaria situación de los autónomos y las pymes, sobre todo ahora que se les permite abrir con ciertas restricciones. Es decir, ¿qué pasará con aquellos negocios que vayan a entrar en pérdidas ante la poca afluencia de clientes? ¿Podrán seguir cerrados a modo de prevención y contando con los ERTE o cobrando las prestaciones? Porque si la respuesta es negativa nos encontraríamos ante un cierre masivo de pequeños establecimientos. ¿Qué planes tiene el gobierno para que puedan soportar los próximos meses?

P.D. Acabo de leer en El Mundo que el gobierno tendrá que pedir un rescate, así que será mejor que nos preparemos para los recortes que vienen...
Imagen: Geralt

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