Bueno, aquí en España todos sabemos que nunca se desaprovecha la ocasión para que la cartilla bancaria aumente. Tal ha sido el caso del fatídico accidente de tren que se dio en Santiago el pasado 24 de julio, en el que murieron aproximadamente 80 personas.
Según afirman los sindicatos policiales SUP, CEP Y UFP en la denuncia que han impuesto, muchas de las medallas que se concedieron a los policías que ayudaron en la tragedia (como si los ciudadanos que se dejaron la piel ayudando a los heridos no contasen) no pisaron nunca el lugar del suceso. Dichos agentes tan sólo se dedicaron al papeleo, una tarea en verdad heroica teniendo en cuenta las horas que debían pasar sentados en la silla (nótese el sarcasmo). Sin embargo, ¿para qué querían esas medallas?, pues muy sencillo: para que su sueldo subiera un 10%.
Al parecer, mientras España entera estaba de luto y decenas de países tanto de la Unión Europea como fuera de ella lamentaban la pérdida de tantos seres humanos, un grupo de “energúmenos”, por llamarlos de alguna forma, decidió que era la ocasión perfecta para hacer que les incrementaran el salario. Seguramente más de uno se debió regocijar en la silla sorprendido de su astuto pelotazo, pero las mentiras tienen las patas muy cortas y tarde o temprano se acaba sabiendo todo, razón por la cual les ha explotado ahora el problema en la cara.
Pese a todo, me veo en la obligación de recalcar que algunos de los policías que se beneficiaron del aumento sí estuvieron en el lugar arriesgándose a perder la vida por cualquier explosión repentina, pero también es cierto que los ciudadanos del lugar fueron los primeros en entrar en los destrozados vagones para salvar a los heridos y no creo que su sueldo haya mejorado por ello. Nos encontramos, entonces, ante una contradicción notable.
Finalmente, las tres organizaciones han anunciado una conferencia de prensa sobre este asunto para la próxima semana bajo el título: “Atraco al tren de las medallas”.
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