sábado, 21 de diciembre de 2013

La politización policial y demás instituciones

Si ya muchos nos quedamos con la boca abierta ante la desvergüenza por parte del gobierno de desayunar con alimentos procedentes del Banco de Alimentos hace relativamente poco, lo de hoy ya se lleva la palma. Al parecer, han vuelto a sustituir por tercera vez consecutiva en dos cortos años al jefe de la Comisaría general de Policía Judicial, clave para la lucha contra la corrupción y el crimen organizado. Tales decisiones han ocasionado estupor en muchos investigadores que prestan allí sus servicios, sobretodo por la inestabilidad que supone cambiar de jefe a cada rato. Además, y por si fuera poco, también han sido varios los jefes de brigada de la UDEF (Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal) que han sido relevados de su puesto de trabajo, lo que ha sorprendido a no poca gente.

Ante tal panorama, el Ministro del Interior arguyó que estas destituciones no tenían nada que ver con el entramado Gürtel y que se han tomado “para mejorar la gestión interna”. Rosa Díez, portavoz de UP y D, quedó muy poco convencida con esa vacua respuesta. El responsable policial relevado contaba con un inestimable prestigio en el cuerpo demostrando una completa independencia en las acciones que llevaba a cabo. Quizá, después de todo, sea esto lo que no ha terminado de gustar a un gobierno que se encuentra emponzoñado de corrupción hasta médula.

Formación Magenta, por su parte, ha querido saber las razones concretas y los criterios que ha seguido el gobierno para sustituir al jefe policial, ya que fue éste precisamente el responsable de una serie de informes policiales que ha afectado directamente al PP y a varios miembros del gobierno. La respuesta del ejecutivo puso de nuevo en práctica ese arte de hablar y no decir nada: << Obedece a la necesidad de adaptar su estructura tras la modificación de los servicios centrales y periféricos de la policía>>

La verdad es que todos estos cambios de puestos de trabajo no representan nada nuevo para un país que ve normal que se produzcan sustituciones en masa tras la entrada de un nuevo gobierno. Desde junio, por ejemplo, ya se ha producido el relevo de más de 29 cargos en la Agencia Tributaria.

Por su parte, el poder judicial tampoco se salva, ya que a finales de noviembre de este mismo año se produjo un “pacto político” para la renovación del gobierno de los jueces. Dicho pacto lo llevaron a cabo el PP, PSOE, CIU, PNV e IU. Hasta ese entonces el Poder Judicial era la única institución del estado que no poseía mayoría conservadora, pero eso dentro de poco dejará, lamentablemente, de ser así.

El nuevo consejo tendrá 10 miembros conservadores, siete propuestos por el PSOE, uno pactado de IU, uno de CIU y otro del PNV. Además, los vocales elegirán en el primer pleno un presidente conservador y propuesto por el PP, aunque aceptado por el resto de partidos.

Por otro lado, los jueces decanos están que echan chispas ante la nueva reforma y se lamentan diciendo que los ciudadanos no tienen porqué tolerar semejante perversión de instituciones.

No son pocas las veces que he oído decir a varios tertulianos por televisión que es “normal” que se produzcan cambios después de vencer en las urnas otro partido. Ven normal que se politicen instituciones que jamás deberían tener algo que ver con política y cuya imparcialidad debería darse por supuesta. Yo lo siento, pero nunca veré normal que se den tantos relevos tras la entrada de un nuevo gobierno. Es ilógico y amoral.

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