miércoles, 30 de abril de 2014

El cierre de los canales Xplora, La Sexta 3 y Nitro. ¿Culpa del gobierno?



A mí, sinceramente, me llama poderosamente la atención que la gente se indigne más por el cierre de ciertos canales de televisión y no lo haga, por ejemplo, con las barbaridades e injusticias que se están cometiendo en países como Siria o Egipto. Por alguna razón que no alcanzo a comprender ven más grave lo primero que lo segundo, y cuando ocurren este tipo de cosas no puedo hacer menos que llevarme las manos a la cabeza y pensar: Que buen trabajo de lavado cerebral os ha hecho la "caja tonta", infelices.

Efectivamente, si uno sabe leer entre líneas se habrá percatado que me da absolutamente igual que se cierren dos, cuatro, ocho, diez o incluso doce canales. Considero a la televisión como uno de los mejores inventos de la historia que peor se han utilizado, y digo peor porque ha conseguido que los ciudadanos prefieran ver zapping, programas sin sustancia que no aportan nada, telenovelas o fútbol a leer un buen libro, salir a la calle a pasear o hacer deporte, etcétera, etcétera. Es decir, dedicar el tiempo libre que se suele desperdiciar en cosas productivas que conlleven algo de esfuerzo físico o mental. 

Si hay algo que lamento en todo esto son los puestos de trabajo que se perderán cuando el 6 de mayo se cierren los canales Nitro, Xplora y La Sexta 3, pero lo que no hay que hacer es perder el norte babeando como perros rabiosos y tragándonos la bola de "El gobierno nos obliga a cerrar...", porque afirmar tal cosa es incorrecto. Sin duda, es un eslogan perfecto para excitar a la gente, algo muy oportuno y que les ayuda a irse por "la puerta grande", por así decirlo. Casi como si fueran una especie de mártires o víctimas de una cruel y fatal injusticia que el opresor gobierno, cual sádico verdugo con un puntiagudo tridente, ha llevado a cabo con saña y malicia para fastidiar al ciudadano. La realidad, sin embargo, es otra.

La razón fundamental de su cierre se debe a una irregularidad que se cometió en 2010 al concederles, a cada uno de los seis grupos privados de entonces, un múltiple digital para cuatro canales distintos. El problema aquí erradica en que, según la ley de adjudicación de canales de interés, tal cosa debe hacerse mediante un concurso público. Algo que NO se cumplió cuando les regalaron dichas emisoras puesto que las licencias fueron atribuidas por Real Decreto. Tras un recurso que se interpuso poco después de la adjudicación, el pasado noviembre se dictaminó que el acuerdo de Zapatero quedaba nulo pero que podían seguir emitiendo hasta que finalizara el proceso. Todo lo expuesto nos lleva, por lo tanto, a una conclusión clara y prístina: no es que el gobierno quiera cerrar esos canales por razones oscuras y con ánimo de pinchar a los telespectadores, es que se cometió un error al dar el visto bueno a su creación, ya que se hizo por una vía que no era la correcta. Como veis, no hay nada detrás del telón en esta ocasión, sino una cagada que, yo diría, fue cometida por ambas partes al obviar este detalle.

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