miércoles, 8 de abril de 2020

Periodo de confinamiento

Después de estar veintitrés días encerrado en casa, me encuentro con que a veces debo mirar el calendario para recordar qué día es. Mi rutina, que consistía en ir y volver del trabajo y salir con los amigos muy de vez en cuando, se paralizó un dieciséis de marzo a las dos del mediodía, y desde entonces vivo en una inacabable pausa. Una pausa que, según leo en algunos periódicos de tirada nacional, parece que va para largo.

En este punto supongo que debería empezar a despotricar del gobierno y su pésima gestión de la crisis, pero resulta que me da una pereza terrible y que algunos periodistas ya han tocado el tema con bastante seriedad. ¿Qué sentido tiene que lo haga yo también? Cuando acabe todo esto, si es que algún día llega a terminarse del todo, quizá toque el tema con más detenimiento. Ahora no.

Otra cosa que quería comentar es la pesadez de los medios de comunicación. Da igual el canal que pongas o la hora a la que enciendas el televisor, siempre los verás hablando del monotema. Al final, opto por cambiar a DMAX, Mega o Divinity y si aun así no me convence me pongo YouTube en el móvil. ¡Y eso que me encantan las noticias desde que tengo memoria! Pero últimamente las evito como la peste.


Imagen: Xaviandrew

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