lunes, 4 de noviembre de 2013

Erzsébet Báthory... ¿condesa sangrienta?

Erzsébet Báthory (1560-1614)
La historia, en no pocas ocasiones, llega hasta nuestros días manipulada y desdibujada. Esta diferencia entre lo real y lo que realmente ocurrió suele tener su origen en el tan poco efectivo "boca a boca", el cual siempre tiende a deformar los hechos pasados de forma realmente asombrosa. Sin embargo, hay más razones para inventarse historias: razones basadas en el beneficio y el poder.

La Condesa Erzsébet Báthory de Ecsed fue una aristócrata húngara que perteneció a una de la familias más poderosas de su país. Pasó a la historia por ser la persona que más seres humanos asesinó, y como tal ha tenido el dudoso honor de entrar en el libro guinness de los récords. La cifra de muertos se estima que asciende a la friolera de 630, y la leyenda popular asegura que la razón de tal masacre se debía a que estaba obsesionada por la belleza. Según dicha leyenda todo empezó en el año 1604 y se alargó hasta 1614 (año en que murió), lo que nos dejaría con la pavorosa cifra de 63 asesinatos por año. 

Para la gente normal cuesta hacerse a la idea que una sola persona sea capaz de sesgar tantas vidas, pero lo cierto es que los crímenes por los que se la acusó no son más que suposiciones porque jamás ha existido una sola prueba de las muertes. Ni siquiera de una, si queremos hilar fino.

Lo que sí es cierto sobre ella es que fue prometida a los 11 años con su primo Ferenc Nádasdy. A los 12 años iniciaron su vida juntos en el castillo y nunca tuvo una buena relación con su suegra (Úrsula). Su educación y cultura sobrepasaba en gran medida a la que poseían la mayoría de los hombres, y esto es bastante poco común en la época porque por aquel entonces el género femenino hacía poco más que de florero. De hecho, era buenísima jugando al ajedrez.

El joven conde, a causa de las continuas guerras, apenas pasaba por allí para estar junto a su esposa. Se ganó el oscuro apodo de "El caballero negro de hungría" (empalaba a sus enemigos) y durante  sus fortuitas visitas le proporciono a la condesa tres hijas y un barón. Años más tarde, concretamente en 1604, Ferenc murió a causa de una enfermedad en el campo de batalla. Y es a partir de aquí cuando comienza la leyenda.

El detalle de que en esos momentos se hallara viuda la dejaba en una situación de lo más peculiar. Señora feudal de un importante condado de Transilvania, metida en todas las intrigas políticas de aquellos tiempos tan convulsos, pero sin ejército que la protegiera. La peculiar condesa no pudo evitar convertirse en el blanco de muchos nobles por la gran fortuna que su familia poseía, y si uno sabe sumar dos más dos se percatará de que el escenario para desprestigiarla y acusarla de cualquier cosa era perfecto. Recordemos que en aquellos tiempos la palabra de un hombre valía más que el de una mujer.

Escaso tiempo después del fallecimiento de su marido empezaron a correr rumores de que Erzsébet secuestraba a mujeres jóvenes. También se decía que practicaba la magia roja y que les extraía su sangre para después bañarse en ella. Dichas acusaciones eran muy normales para la época, pero dejaban de serlo tanto cuando se acusaba directamente a una acaudalada aristócrata.

Una vez los rumores ya se habían esparcido lo suficiente, Matías ordenó a un primo de Isabel (enemistado con ella) llamado Jorge Thurzó que tomara sus soldados y realizara una investigación en el castillo. El conde palatino afirmó haber encontrado multitud de cuerpos y numerosas prisioneras colgadas de cadenas con signos de tortura. Todo esto jamás se probó.

Lo que ocurrió después fue sencillamente el asesinato de todos los seguidores de Báthory, pero como según la ley húngara de por aquel entonces un noble no podía ser procesado, se la encarceló en una mazmorra habiendo sellado previamente las ventanas y la puerta. 

Finalmente, el rey Matías II pidió la cabeza de la condesa por las numerosas aristócratas que habían perecido bajo su supuesta locura, pero su primo, el Gran príncipe de Transilvania y cuyo puesto debía a Isabel, lo convenció de que no lo hiciera y la condenara únicamente a cadena perpetua. Cuatro años después de su confinamiento se suicidó.


El resultado de esta historia fue que Matías consiguió adueñarse de la inmensa fortuna de la "condesa sangrienta", algo que desde siempre había ambicionado. Así que... ¿en verdad cometió los crímenes de los que se la acusó?, ¿o fue víctima de la avaricia?. La respuesta a esas preguntas me temo que nunca tendrán respuesta.

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